Alas nueve de la mañana del día 24 de junio de 1949, un pastor que se encontraba en las inmediaciones de la montaña del Duraznero huyó atemorizado al ver que se agrietaba la tierra.... En ese justo instante comenzó la historia del volcán de San Juan, aunque en realidad los que vivieron aquel día y todavía lo pueden contar, aseguran que la tierra llevaba más de un mes moviéndose bajo sus pies.

Lavas fragmentadas y arena calcinada , en medio de una densa y negra columna de humo. Para qué engañarse, daba miedo. El ingeniero geógrafo Bonelli Rubio, del antaño Instituto Geográfico y Catastral, cuenta en su diario de la erupción que en los días siguientes a la erupción "si bien decrece la actividad volcánica, aumenta la sísmica, principalmente en las zonas de Jedey, Las Manchas y Los Charcos, produciendo desprendimientos de piedras y derrumbándose algunas viviendas de gente humilde deficientemente construidas". "En la montaña de Jedey se origina el desplome de un montículo conocido con el nombre de Los Campanarios", subraya.

Se abren diferentes bocas por donde sale lava. Destacar además la impresionante grieta registrada dos semanas después de la erupción en el lugar conocido como Llano del Banco, con dos ríos de lava que alcanzaron la costa occidental y que se bifurcaron al llegar a la ermita de San Nicolás, salvándose el templo, lo que en ese momento, todavía algunos hoy, atribuyen a un milagro.

Las lavas, en parte por su fluidez y en parte por la accidentada topografía de la Isla, "avanzan rápidamente en cascada por los barrancos de la montaña hasta llegar al llano de Las Manchas, por donde camina ya más lentamente, aún cuando conserve una velocidad de dos metros por minuto (...). El día 10 de julio las lavas se desploman desde el acantilado al mar en las cercanías del Puerto de Naos", apunta Bonelli Rubio.

Cuando parecía que la actividad volcánica había desaparecido, "el día 30 sufre una reactivación, se abre una nueva boca en el Duraznero y fluye por ella lava muy fluida que corre por la vertiente oriental de la Isla, inmune hasta ahora a la erupción, cruza el término municipal de Mazo y se detiene antes de llegar al mar. El día 4 de agosto cesa toda manifestación externa de la erupción, solo persiste la actividad final en fase de fumarolas", sentencia.

El Cabildo recuerda hoy la erupción del San Juan. Será a las 20.30 horas, precisamente en el tubo volcánico más reconocido de los creados por las lavas del volcán, en la Cueva de Las Palomas.