Los antiguos jardines del que fuera convento de Santo Domingo, en el corazón del casco histórico lagunero, son el lugar perfecto para echar un vistazo hacia atrás en el tiempo.
Quizás por eso, el alcalde Luis Yeray Rodríguez y los representantes del Ayuntamiento de La Laguna los escogieron este sábado como escenario para ofrecer un regalo de despedida a los 15 alcaldes y alcaldesas que han visitado la ciudad de Los Adelantados con motivo de la asamblea del Grupo de Ciudades Patrimonio de España. Juntos viajaron al pasado de la Isla, hasta el momento justo en el que se decidió que el Alonso Fernández de Lugo fundara la que es hoy una de las joyas del Archipiélago.
Para evocar esos tiempos contaron con la ayuda del historiador Néstor Verona y los actores y actrices de Burka Teatro. El viaje hasta finales del siglo XV, con el final de la conquista del Archipiélago, es también un recorrido por los motivos que convirtieron a La Laguna en ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «A principios del siglo XVI, cuando los frailes se establecieron en este punto, ya estaba aquí el drago centenario que vemos en estos jardines. Es el ser vivo más longevo de La laguna», comenzó explicando el historiador. «Uno de los motivos por los que La Laguna es hoy una ciudad patrimonio es que fue la primera ciudad colonial española no fortificada. Es la primera ciudad de paz moderna, el primer ejemplo de ciudad abierta», destacó Verona.
Alcaldes y alcaldesas de las 15 ciudades con más valor histórico del país escucharon con atención la explicación y gracias a la magia del teatro viajaron desde los jardines del antiguo convento hasta La Habana, Lima, Antigua o Cartagena. Todas son ciudades ideadas siguiendo el ejemplo de La Laguna, pequeñas hermanas de Aguere al otro lado del charco.
Después aparecieron también seres de otro tiempo, personajes destacados como la propia Isabel la Católica o Fernández de Lugo. Repartos de tierras, matrimonios concertados a base de intereses e intrigas palaciegas cautivaron a los presentes. No hay mejor forma de viajar que a través de las artes escénicas y eso lo demostraron ayer los componentes de Burka Teatro.
La pequeña obra de teatro fue una forma de acercar a los ilustres invitados de La Laguna a la historia de Canarias y de su conquista. Por eso sonó Nessun Dorma, de la ópera Turandot, al finalizar la representación. Un anacronismo que pretendía recordar la olvidada historia de los aborígenes canarios, que se quedaron sin historia propia, religión y lengua casi de un día para otro.
Al finalizar la actividad, que fue aplaudida y felicitada por muchos de los presentes, los representantes del Grupo Ciudades Patrimonio recibieron otra sorpresa, esta vez en forma de ritmo carnavalero. Varios componentes de la comparsa lagunera Los Joroperos acudieron al patio central de Santo Domingo para ofrecer una de sus míticas batucadas. A esas alturas el cielo lagunero, que amenazó con lluvia durante buena parte de la mañana, empezó a arrojar también algún tímido rayo de sol sobre sus visitantes. La Laguna en estado puro.
