Bajamar se queda sin playa, pero mantiene sus piscinas. Algunos bañistas se encontraron ayer el espacio cerrado debido al comienzo de los trabajos de reparación del rompeolas.

La playa de Bajamar ya tiene el candado puesto. El pasado viernes, el Ayuntamiento de La Laguna había situado este lunes como jornada previsible para el cierre de esta zona de baño debido al comienzo de las actuaciones en su deteriorado dique, aunque aquello quedaba pendiente de confirmación. Finalmente ayer fue el día elegido. El vallado de los diferentes puntos de acceso impedía desde por la mañana la entrada a un espacio con solera y en el que se han bañado diferentes generaciones de laguneros.

Hubo quienes se encontraron sin esperarlo a una pala creando con arena una especie de carril, con el consiguiente malestar por ver rotos sus planes. Había solución: las piscinas continuarán abiertas durante los ocho meses que se estima que durará el proyecto y en los que la playa permanecerá clausurada.

¿Y por qué se cierra el pleno verano? La explicación se encuentra en la búsqueda de los meses con mejor pronóstico del mar o, lo que es lo mismo, para evitar aquel otro período de mareas más vivas. Es por eso que ya la empresa adjudicataria de la actuación venía fabricando los bloques de hormigón que ahora serán llevados hasta el dique actual para su colocación. «Es ahí cuando esta mejora generará mayores inconvenientes a la población, porque obligará a limitar los aparcamientos de la avenida del Gran Poder y a cerrar la playa», apuntaron días atrás desde el Consistorio lagunero.

Asimismo, el Ayuntamiento expresó el viernes que los operarios ya habían realizado las pruebas con sus camiones por el entorno de la zona de baño y prepararon el espacio para empezar a utilizarlo como nuevo punto de trabajo, «por lo que se prevé que a partir de este lunes, 2 de agosto, tenga lugar la clausura temporal de la playa». Y añadieron: «Desde el Cabildo y el Ayuntamiento se informará con antelación sobre el día exacto a partir del que se llevará a cabo esta medida, que en ningún caso implicará el cierre de las piscinas. Continuarán abiertas al uso y los bañistas podrán acudir a ellas con total normalidad mientras se ejecuta la reparación desde el otro lado”, puntualizó la concejala de Playas y Piscinas, la socialista Cristina Ledesma.

Previamente, el área que dirige Ledesma había emplazado a vecinos de este núcleo costero a una reunión telemática para que conocieran el cronograma de la obra para reparar el dique actual, en qué consisten los trabajos y cómo se llevarán a cabo. El encuentro tuvo lugar la pasada semana y sirvió «para resolver las dudas de la ciudadanía y explicar los detalles de la construcción, adjudicada por el Cabildo de Tenerife por un importe de 2.013.798 euros».

Representantes de las dos administraciones públicas fueron los encargados de exponer las siete fases de ejecución y las medidas que se van a tomar para facilitar el desarrollo. Por parte del Consistorio estuvieron la edil convocante, Cristina Ledesma, y el concejal de Obras, Infraestructuras y Accesibilidad, Josimar Hernández. En nombre de la institución tinerfeña, como responsable del proyecto, intervinieron técnicos insulares y el director de Coordinación y Apoyo al Presidente, Aarón Afonso. Ledesma explicó que el avance de los trabajos de la fase 1, iniciada en junio, ha llevado a organizar «este proceso participativo de manera online».