Bienestar Social pone en marcha un proyecto para que la comunidad sorda, sordociega, con hipoacusia o con transtorno del espectro autista pueda disfrutar de la programación sociocultural y de ocio. Se trata de una mochila que emite vibraciones tras transformar los sonidos que percibe.

A primera vista pudiera pasar por una mochila normal, con sus asas y lo que parece el habitual compartimento principal. Sin embargo, ese último no tiene la función de almacenar objetos, sino que dispone de un novedosos dispositivo que emite vibraciones. Esta es la iniciativa que el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Laguna, en colaboración con la empresa de naturaleza y cultura accesible Rumbo Ziday, ha puesto en marcha para que la población local con discapacidad –especialmente la comunidad sorda, sordociega, con hipoacusia o con trastorno del espectro autista– pueda disfrutar de la programación sociocultural y de ocio en igualdad de condiciones.

El concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio, y la representante de Rumbo Ziday, Virginia Díaz, acompañados de intérpretes de lengua de signos de Funcasor, presentaron en la mañana de ayer este nuevo servicio inclusivo municipal, que, concretamente, «aprovechará la tecnología para garantizar que las personas con discapacidad puedan disfrutar de la programación teatral, musical y sociocultural en general una vez se recupere la actividad».

Más en detalle, hay ocho aparatos que transforman y transmiten los sonidos a través de vibraciones. «Esta iniciativa se incluye en la nueva estrategia municipal de accesibilidad integral, que quiere convertir a La Laguna en un referente regional en materia de inclusión y acompañamiento para la autonomía y vida independiente de las personas con discapacidad», precisaron desde el Ayuntamiento lagunero.

El servicio es totalmente gratuito para los usuarios y tendrá un funcionamiento a demanda y bajo reserva. Los dispositivos son ligeros y adaptables, y llevan incorporada la tecnología Subpac, con un alcance de 500 metros y baterías que permiten más de siete horas de uso. «Estas mochilas ya se están empleando en otras actividades sonoras, como el proyecto Calderón, de avistamiento de cetáceos para niños y jóvenes del municipio con distintas discapacidades, que se desarrolla junto con la Asociación Corazón y Vida y que les permite vibrar con los sonidos de la naturaleza; en los campamentos municipales de verano para jóvenes con discapacidad, o en las nuevas rutas guiadas por el municipio Sintiendo mi ciudad, que cuentan con todos los recursos de apoyo necesarios para la actividad, como guías intérpretes, material en lectura fácil...», ampliaron sobre este recurso. Ahora se da un paso más. El servicio se prestará durante todo el año y, al final del ejercicio, se realizará un análisis de resultados para valorar si es necesario ampliarlo.