La pasarela peatonal con forma de anillo de 314 metros para evitar los atascos en la rotonda de Padre Anchieta, en la principal entrada al casco histórico de La Laguna a través de la autopista del Norte (TF-5), está cada vez más cerca de convertirse en una realidad. El Consejo de Gobierno del Cabildo ha dado el paso definitivo para iniciar su construcción al aprobar la licitación de las obras con un presupuesto de 9,7 millones de euros. Se trata de un proyecto de vital importancia en el plan del gobierno insular de acabar con los atascos no solo en este punto de máxima circulación, que enlaza con el centro de La Laguna o el municipio de El Rosario, sino en toda la TF-5.

El anillo de 314 metros que evitará atascos

De hecho, el vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife y consejero de Carreteras, Enrique Arriaga, señaló ayer sobre esta pasarela peatonal que «es una de las tres grandes actuaciones planificadas para reducir la congestión del tráfico desde el norte de Tenerife hacia Santa Cruz y que evidencia el compromiso de la Corporación con la ciudadanía».

La solución se basa en una viga curva continua en forma de anillo, de aproximadamente 100 metros de diámetro, con una plaza anexa al actual aparcamiento de la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna. La longitud total del anillo será de 314 metros, en un proyecto que fue galardonado en los Premios Nacionales de Innovación y Diseño 2019, otorgados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

El anillo de 314 metros que evitará atascos

Las tres soluciones

Las tres grandes actuaciones para ayudar a terminar con el grave problema de los embotellamientos en la movilidad del norte de la Isla son el soterramiento de la TF-24 en su conexión con la autopista, la construcción de esta pasarela de Padre Anchieta y la puesta en marcha del tercer carril de la TF-5 en sentido a Santa Cruz de Tenerife.

El director insular de Carreteras, Tomás Félix García, destaca que los plazos «se están acortando», lo que ha permitido sacar a licitación la pasarela «con semanas de antelación». El inicio de las obras, previsto para noviembre, es probable que también «se adelante», matizó Tomás Féliz García. Es una pasarela que permitirá, según el director de Carreteras, “dar agilidad a esta importante conexión con la autopista del Norte y vía de entrada principal a La Laguna». «Esta instalación evitará el constante parón en la glorieta al dar un paso alternativo a los peatones».

El anillo de 314 metros que evitará atascos

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, aseguró ayer tras confirmarse la licitación de este proyecto que se trata de una actuación «largamente esperada por nuestro municipio». «Confío en que el Cabildo de Tenerife pueda cumplir con las previsiones de ejecución de la obra, de manera que el proyecto se convierta en una realidad lo antes posible. Es una obra fundamental que contribuirá en buena medida a aliviar la congestión de tráfico que se produce en una de las principales puertas de entrada a la ciudad, con el consiguiente beneficio para la seguridad de peatones y vehículos», subrayó Luis Yeray Gutiérrez.

Compromiso del Cabildo

El alcalde socialista detalló que «queremos seguir contando con este nivel de compromiso y colaboración por parte del Cabildo de Tenerife para sacar adelante otros proyectos relevantes que nuestro municipio lleva esperando desde hace muchos años». Se refiere al comentado soterramiento de la TF-24, que «igualmente contribuirá a mejorar de manera considerable la circulación en este punto».

El anillo de 314 metros que evitará atascos

El Cabildo presentaba en marzo toda la reorganización prevista para la rotonda de Padre Anchieta con el objetivo de garantizar la agilidad del tráfico en este histórico cuello de botella de la TF-5 a su paso por La Laguna, en el que al tráfico ordinario se suman las guaguas de la estación de Titsa que desemboca en el acceso a la rotonda. Lo hará a través de una obra genérica que consistirá en la partición en dos de la infraestructura para ordenar los flujos de entrada a la avenida La Trinidad y a la TF-24, hacia La Esperanza (El Rosario). Será en modo corazón con dos ventrículos distribuidores. Esta actuación se desarrollará conjuntamente con la construcción de la pasarela que se proyecta en la infraestructura global como una solución para delimitar los peatonales en los pasos de los carriles que circunvalan la glorieta.

El objetivo final es partir la rotonda ovalada en dos para crear a su vez dos semirrotondas que permitan asumir por el medio los flujos de vehículos que llegan hasta ella (tipo corazón): uno, intenso, proveniente del Norte de la Isla desde la TF-5 que se dirige hacia la avenida La Trinidad; el otro, el que se incorpora a la rotonda hacia La Esperanza (TF-24).

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