La entrada de vehículos pesados a las principales calles del centro de La Laguna se ha convertido en los últimos años en objeto de crítica, especialmente por la Asociación de Vecinos Casco Histórico y sobre todo por los daños que ocasiona sobre el pavimento de la ciudad antigua. Para hacer frente a ese problema, el Ayuntamiento se encuentra estudiando fórmulas para evitar que esa situación se siga produciendo. Una de las principales opciones es la creación de aparcamientos específicos para la descarga de mercancías en los alrededores, según explicó el concejal de Obras e Infraestructuras, Andrés Raya.

El edil socialista detalló que, junto al reciente análisis realizado sobre la conveniencia de mantener cerrada al tráfico o no la calle Tabares de Cala -que finalmente se resolvió con la apertura- también se examinó la problemática de los vehículos pesados. De ese estudio se ocupó personal técnico y su objetivo fue "analizar la situación y posibles alternativas".

El proceso de reuniones de estos profesionales se sido por finalizado el pasado 5 de febrero, cuando presentaron al grupo de concejales del equipo de gobierno el documento con sus conclusiones sobre la referida calle, por un lado, y los problemas y las posibles opciones para la descarga de mercancías de los comercios de la ciudad.

"En un informe técnico del Área de Obras e Infraestructuras se ha constatado técnicamente el deterioro del pavimento de las calles peatonales, causado por el alto porcentaje de vehículos pesados y la intensidad diaria de tráfico que soportan las vías, lo cual ha ocasionado el hundimiento, rotura y desplazamiento del pavimento de piedra", apuntaron desde el Consistorio lagunero. "Hay que destacar que el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de La Laguna contiene en su artículo 159 la prohibición de la circulación y el estacionamiento de vehículos de más de tres toneladas dentro del ámbito del conjunto histórico, normativa esta que se estuvo incumplimiento y que actualmente se supervisa y denuncia en caso de no cumplirse", manifestaron.

El concejal de Obras e Infraestructuras también precisó que el "grupo de trabajo técnico" planteó, en los resultados de su análisis, "una propuesta que conlleva tres fases para, en su aplicación, evitar la carga y descarga y el paso de vehículos pesados por el conjunto histórico". Y agregó: "De tal forma que, en un proceso a corto plazo, conllevaría habilitar aparcamientos, cumplir con el horario de carga y descarga en la calles peatonales y que se cumpla con la normativa respecto al peso de los vehículos". Además, se contempla una planificación a medio plazo -"entre un año y 18 meses", puntualizó-, que conllevaría la redacción del Plan de Gestión del Conjunto Histórico, "que debería tener en cuenta los diversos factores que intervienen" en esa zona.

Entretanto, Tabares de Cala cumple ya dos semanas nuevamente con tráfico. Su cierre estuvo motivado por un proyecto de mejora de su pavimento, aprobado en mayo de 2018, adjudicado por unos 166.000 euros en julio del pasado año y cuyas actuaciones comenzaron finalmente en septiembre. Fueron culminadas el 16 de diciembre y se firmó su acta de recepción el 20 de enero. En concreto, con estas se buscaba la reparación del adoquinado de esta importante arteria.