El Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo se convierte desde el 3 al 12 de febrero en un museo dedicado al mar. La escuela realiza una jornada de puertas abiertas, en horario de 17:00 a 18:00 horas, con intención de presentar al alumnado, familiares y curiosos que quieran visitarlo una exposición sobre el mar que se extiende por toda su infraestructura. A Mares es una muestra crítica con la situación actual de los mares. Esta actividad ha tenido muy buena aceptación y los alumnos se han implicado al máximo dedicándole horas extracurriculares de manera voluntaria. En dicha demostración han participado los docentes, alumnado de todas las edades y, también, familiares.

La historia sobre esta exposición comienza el primer día de clase cuando varios de los docentes deciden hacer una puesta en escena y disfrazarse de piratas. A partir del juego y la interpretación trasladan a sus alumnos que estos famosos navegantes se dedican a surcar los mares en busca de preciosos tesoros y que en este curso la misión del centro será recuperar una de las más preciadas joyas existentes: el mar.

Con esta idea en la cabeza han transformado el colegio en una interpretación fidedigna y heurística del mar con la exposición denominada A Mares. Para ello, se han propuesto diversas actividades a lo largo del trimestre enfocadas desde las distintas áreas de conocimiento: de la mano de autores literarios como César Manrique consiguen unir la literatura, la cultura canaria y la conciencia ambiental. También desde la perspectiva histórica han realizado retratos de famosos navegantes y, desde el área de las ciencias, han hecho una reproducción del proceso de descomposición de los plásticos, entre otros muchos ejemplos. Los alumnos han sido protagonistas y los principales partícipes y autores de la mayoría de los trabajos que allí se exponen.

En el techo, las paredes, el suelo y en cualquier superficie del centro se han colocado todas las obras que los colegiales han ido realizando a lo largo del curso. Todos los espacios están divididos por temáticas. Uno de los que cuenta con más aceptación es el pasillo del plástico, en el que se intenta reproducir la sensación que tiene un pez al tener que nadar entre mares contaminados por residuos. Para ello han colgado desechos de plástico de todo tipo. Es una inmersión literal en la problemática.

Una de las principales razones para elegir el mar como foco y punto central de la exposición es que la escuela tiene una visión muy crítica con el estado de los océanos y la contaminación, comenta el jefe de Estudios, Juan Carlos Sosvilla. Por ello, a través de esta actividad, quieren trasladar una reflexión a los estudiantes y familiares sobre la necesidad del reciclaje y el cuidado de los recursos naturales.

En esta línea, el director del colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, Eduardo González, comenta que también han intentado predicar a partir del ejemplo, a la hora de organizar la exposición y elegir los materiales, para reducir al máximo el impacto que estos puedan tener en el medio ambiente. Alguna de las medidas que han tomado han sido: para pegar los carteles, en vez de utilizar pegamento o chicle, han utilizado un producto totalmente natural, las papas guisadas (que contienen almidón y por eso hacen la vez de pegamento). Además, todos los materiales utilizados para la exposición serán reutilizados para decorados escolares, dándoles así una segunda vida.