Los camiones grúa, el cordón que limitaba la zona de trabajo y, sobre todo, el sonido de la motosierra en las palmeras sorprendió ayer a más de un vecino que durante la mañana decidió tenderle un pulso al frío para hacer un poco de deporte en el Camino Largo, la célebre alameda lagunera. La explicación estaba en la fusariosis, una enfermedad que hace al menos dos décadas fue detectada en palmeras de este espacio y que, al final, no ha dejado otra solución que no fuese la tala y posterior reposición. Esas labores se pusieron en marcha este martes.

Según han venido explicando en los últimos meses desde el Ayuntamiento de La Laguna, los ejemplares afectados son 16, que ahora serán sustituidos por plantones de palmera canaria, es decir, plantas pequeñas -del tamaño de una maceta- que habrán de ir desarrollándose. Estas proceden de palmerales naturales que han sido proporcionadas por el vivero La Tahonilla, perteneciente al Cabildo de Tenerife.

"Con las palmeras se intentó, con un tratamiento previo, poder subsanar la enfermedad que tenían, pero son irrecuperables y tuvimos que optar por quitarlas porque, si no, pueden contagiar al resto", expuso ayer el concejal de Servicios Municipales, Josimar Hernández. ·"No tenemos otra solución ahora mismo para ellas", abundó sobre una patología sin cura conocida.

Un informe municipal recoge que las recomendaciones técnicas divulgadas en el mundo científico para intervenir en los casos de fusariosis son la obligada profilaxis en las herramientas de corte para las labores de poda o tala, la eliminación de los ejemplares afectados y, "al tratarse de un patógeno que persiste en el suelo", se recomienda evitar replantar la misma especie en el mismo lugar. Ahora bien, y dada "la especial configuración vegetal de la alameda del Camino Largo, en la que las palmeras son protagonistas", lo que se propuso fue el arranque de los ejemplares señalados, "incluyendo la mayor cantidad de tierra posible que rodea el cepellón y su disposición en vertedero autorizado", así como el relleno del hoyo de plantación con aporte de tierra vegetal nueva y la sustitución con otro ejemplar de palmera canaria.

Concretamente, desde este martes hasta mañana durará la operación de tala, mientras que la siguiente fase del proceso será el arranque y retirada de los tocones. Se busca un jaque a esta patología. "Igualmente se extraerá una importante porción de tierra, que también será llevada al vertedero autorizado", precisaron desde del Ayuntamiento. Este último es un trabajo más lento, que requerirá dos o tres semanas. Los hoyos permanecerán abiertos y vallados durante unos 20 días para que se soleen y se les aporte cal y yeso agrícola a fin de reducir en la medida de lo posible el "inóculo de la enfermedad". Posteriormente se rellenarán con tierra nueva y después, entonces sí, llegarán las nuevas palmeras.

Zona de paseo y deporte, el Camino Largo acumula una larga historia. Su antigüedad ronda los 150 años, mientras que en 2018 se cumplió un siglo de su primera urbanización. "El nombre de paseo de la Universidad, que ahora es avenida, es de 1908", puntualizaba en unas declaraciones de un reportaje publicado en este periódico hace dos años Antonio García Gallo, autor junto a Francesco Salomone de la obra El Camino Largo: La Laguna, Tenerife. "Es la alameda concebida, la alameda por antonomasia de La Laguna; la que finalmente logra la ciudad como más definitiva", expresaba en aquella ocasión Salomone.