La calle Tabares de Cala ha visto reducido en los últimos días el tramo sin circulación de vehículos. Se trata de una vía en la que, desde hace algunas semanas, se han venido realizando pruebas para determinar la conveniencia de que pase a ser definitivamente peatonal. Ahora, y aunque el ensayo continuará hasta después de navidades -como estaba previsto-, los conductores pueden llegar a Bencomo. El objetivo es el de facilitar el tráfico, según explicó el concejal de Obras e Infraestructuras, Andrés Raya (PSOE).

Concretamente, los trabajos de mejora del adoquinado de Tabares de Cala fueron el desencadenante. Su finalización fue aprovechada para iniciar una probatura en la que, en un principio, se estableció que los conductores podrían avanzar solo hasta la confluencia con Anchieta, si bien tras la modificación que se ha aplicado podrán recorrer unos 150 metros más y, con ello, disponer de nuevas opciones circulatorias tras llegar a Nava y Grimón.

"Respecto a la peatonalización en el tramo adoquinado de Tabares de Cala se mantiene el período de prueba", manifestó Raya. "En la parte asfaltada se ha abierto hasta Bencomo para facilitar con ello la movilidad de vehículos, porque, en una reunión que ya mantuvimos el área de Obras con técnicos de Seguridad y de Patrimonio para ir previendo la decisión que se ha de tomar sobre Tabares de Cala, se puso sobre la mesa la cuestión del tráfico", señaló, antes de precisar que ahí vieron que, abriendo hasta Bencomo, "se facilitaba mucho la circulación de vehículos en estas fechas".

El político socialista también indicó que estas pruebas coinciden con la fase previa a la recepción de los trabajos. "Cuando pasen las navidades se adoptará la determinación final que haya de tomarse sobre la peatonalización de Tabares de Cala", prosiguió. Preguntado por si haber abierto hasta Bencomo supone que la opción de un corte en Anchieta queda descartado para esa hipotética peatonalización, Andrés Raya expresó que no hay una decisión adoptada.

La importancia de los ensayos que se desarrollan en Tabares de Cala reside en que esta no es una calle más, sino el recorrido principal que hasta ahora los conductores venían empleando para atravesar el casco antiguo en dirección a la avenida de La Trinidad y a Santa Cruz.

Esa última posibilidad quedó interrumpida cuando dio comienzo el citado arreglo del adoquinado de Tabares de Cala, en septiembre. El proyecto, con un coste de unos 177.000 euros, consistió en desmontar estos elementos pétreos y proceder a su posterior recolocación, lo que venía motivado por los hundimientos y las piezas sueltas. Y es que, aunque contase con ese material propio de los viarios peatonales, el tráfico discurría por encima.

Para hacer el actual ensayo, el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, se puso en contacto con los comerciantes de la zona, según apuntó semanas atrás. "Ya hemos hablado con diferentes empresarios, y yo personalmente me he dirigido a las puertas de ellos", afirmó. El objetivo es estudiar cómo funciona y, dependiendo de eso, tomar decisiones de futuro. También se refirió al crecimiento de la actividad comercial en la vía.