La aprobación en Venezuela de la Nueva Ley de Costos y Precios, que aumenta la intervención del Estado en la economía con el control total del precio de los productos, despierta incertidumbre sobre si generará escasez y controversia sobre si en realidad supondrá novedades.

El Gobierno de Chávez, que dice avanzar en el llamado socialismo del siglo XXI y luchar contra la especulación como factor inflacionario, aprobó el martes una norma que busca determinar los costos de producción de cada bien y su oscilación en la cadena de intermediación en su ruta hacia el precio final.

Analistas consultados discrepan entre si la norma no es más que otra de las iniciativas que en el pasado llevaron al desabastecimiento, o tiene en cuenta factores que antes no se contemplaron para tratar de que el precio final sea real evitando así la escasez.

Según dijo Víctor Álvarez, economista investigador del Centro Internacional Miranda y que fue ministro de Industrias y Minería entre 2006 y 2007, la escasez que pueda registrarse será de empresas que aspiran a mantener utilidades de usura, y con la nueva ley su actividad ya "no les resultará rentable".

Las empresas que operan con altos costos de producción, producto de fallos en eficiencia, también provocarán algún margen de desabastecimiento de lo que producen, auguró.

"Profetas del desastre"

Este economista progubernamental atribuyó a los "profetas del desastre" y a las "aves agoreras" la idea de que Venezuela va "camino a repetir la escasez" vivida en la extinta Unión Soviética, en Cuba y en el Chile del presidente socialista Salvador Allende (1970-73).

En cambio, para el director de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), José Guerra, la norma "puede crear un serio problema de desabastecimiento", precisamente considerando "lo que indica la experiencia en Venezuela y en cualquier parte del mundo" cada vez que se aplicó un control estatal.

"El Estado es el único que trabaja con pérdidas, más nadie puede hacerlo", dijo José Guerra al recordar que el Gobierno venezolano importa directamente una serie de productos, entre ellos del vital sector agroalimentario.

Son esas importaciones "las que están creando abastecimiento" en un país cuyo Gobierno expone "como un dogma que aquí no hay inflación sino especulación y nada se puede hacer ante un dogma", subrayó, al lamentar que se cumpla cabalmente la premisa de que "nadie aprende por experiencia ajena".