El editor venezolano Leocenis García, detenido en septiembre tras la difusión de un polémico fotomontaje en un semanario y en huelga de hambre desde hace nueve días, fue trasladado "a la fuerza" al Hospital Militar de Caracas, según confirmó ayer su abogado Pedro Aranguren.

El letrado expresó su "preocupación" y la de los familiares del editor por ese traslado "a la fuerza" el miércoles por la noche.

"Leocenis se sacó en forma violenta, fue secuestrado y fue llevado al Hospital Militar, que aquí en Venezuela llamamos el hospital de la muerte", aseveró Aranguren al recordar el caso del agricultor Franklin Brito, de 49 años, que murió en ese hospital en agosto del año pasado tras una larga huelga de hambre. "Tenemos temor de que le puedan aplicar sustancias que puedan perjudicar su vida", apostilló.

García está detenido desde el 1 de septiembre, acusado de instigación al odio y vilipendio por la publicación de un fotomontaje que mostraba los rostros de los responsables de los poderes del Estado con cuerpos de cabareteras y bajo las órdenes de "míster Chávez", que fue divulgado el 20 de agosto en el semanario "6to Poder".

El abogado explicó que el miércoles pudo visitar a García, recluido preventivamente en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y que su estado de salud estaba "bastante deteriorado" aunque "todavía estaba consciente".

"Él entregó una carta al jefe del Sebin para que no le trasladasen", agregó el letrado, al recordar que García lleva nueve días sin ingerir alimentos para exigir la nulidad de los cargos presentados contra él.

"Audiencia urgente"

"Vamos a reiniciar esta lucha para que regrese al Sebin, donde está, o le den su libertad, que es la que estamos solicitando nosotros", declaró.

La Comisión de Derechos Humanos y Justicia de la Mesa de la Unidad (MUD), una alianza de organizaciones de oposición, ha pedido una "audiencia urgente" con el presidente venezolano, Hugo Chávez, para tratar la situación de los que considera presos y perseguidos políticos, entre los que mencionó a García.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó también su preocupación por la salud de García, y lamentó que un periodista deba emprender "una huelga de hambre para subrayar el derecho a expresar una opinión sobre funcionarios".

También se ha pronunciado la Conferencia Episcopal de Venezuela y la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), que pidió la puesta en libertad "sin demora" del editor.