Dame fuerzas y no me des un palo, porque vamos a tener dos elecciones en un mes. El suplicio de las plagas se nos viene encima, con siete urnas y papeletas en un mes. Menos mal que no serán el mismo día. Eliminatoria a doble vuelta, como en la Champions. Con las elecciones del 28 de abril, a un mes de las autonómicas, Pedro Sánchez lo tiene claro.

Quiere ser quien maneje la política de pactos post electorales en un escenario en el que el bipartidismo es historia y la incertidumbre en el voto es total. Será difícil formar gobierno antes de los resultados de mayo. Pedro Sánchez lleva meses preparado para un camino que tiene definido. Sabe que no puede gobernar sin presupuestos.

Fue listo, tranquilizó a tres grandes colectivos: mantuvo las subidas del salario mínimo, las pensiones y el sueldo de los funcionarios. Lo que probablemente no sabe es que todos sus barones no confían en él y que muchas de las sonrisas que ve son falsas. El bloque de derechas suma más que la izquierda. Él confía en dividirlos, pero el espejo de Andalucía está ahí. Como dice mi madre, "la necesidad (y gobernar es necesidad) hace parir mulatos".

Las elecciones son una buena noticia. Los españoles tienen la oportunidad de dejar atrás un periodo de inestabilidad. España se merece un tiempo nuevo de recuperación institucional y seguridad económica. Ustedes deciden.