El Ayuntamiento de Málaga aseguró ayer que la carroza de la cabalgata de Reyes Magos que atropelló mortalmente a un niño de seis años contaba con las medidas seguridad precisas y la vigilancia de quince personas, doce de ellas voluntarios acreditados, dos de protección civil y un policía local.

El ayuntamiento aseguró que el alcalde Francisco de la Torre (PP) pudo conversar con el padre del niño fallecido y que éste le expresó su voluntad de que la Cabalgata de Reyes continuara, como acordó el municipio.

El padre del menor es un médico forense que ejerce en los juzgados malagueños.

El Ayuntamiento explica en otro mensaje que la Cabalgata "mueve decenas de miles de personas" y que modificar el recorrido "podría provocar problemas de orden público y seguridad".

El Consistorio también da el pésame a la familia del niño fallecido y explica que se ha anulado la ofrenda floral en la catedral y se han decretado dos días de luto, hoy y mañana.

Asimismo un Grupo de Investigación de Accidente de Tráfico de la Policía Local tomaron imágenes, declaraciones a los testigos y tomando las oportunas mediciones.

La carroza causante del atropello quedó inmovilizada para ser trasladada a un depósito municipal por si es necesario hacer nuevas pruebas.

En las próximas veinticuatro horas se remitirán al juzgado las primeras diligencias y, tan pronto como sea posible, se terminará el atestado.

El atropello mortal se produjo a la altura de la plaza del General Torrijos, poco después del inicio del itinerario de las carrozas por diversas calles del centro de la capital malagueña.

El cuerpo del niño fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Málaga para realizarle la autopsia.

En 1990 tuvo lugar un suceso similar al de hoy con Isidro Sánchez Martín, de siete años, que falleció la víspera de la fiesta de Reyes, en la cabalgata de Ribera del Fresno (Badajoz), cuando un remolque usado como carroza le atropelló al intentar recoger unos caramelos.