Miembros de la Guardia Civil detuvieron a una mujer de 48 años de edad como presunta autora de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas. La acusada, que fue interceptada en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, es una ciudadana natural de Galicia y residente en el municipio tinerfeño de Arona.

El servicio fue desarrollado por agentes destinados en la Sección Fiscal del muelle de la capital tinerfeña.

Los funcionarios realizaban un control de identificación de personas que desembarcaban de un ferry. Los guardias le solicitaron la documentación del vehículo a la mujer, que viajaba sola.

Ante dicha petición, la acusada mostró un gran nerviosismo, por lo que se procedió a la inspección del turismo con perros del servicio cinológico. Los canes marcaron de forma inequívoca los bajos de los asientos delanteros como espacios en los que podía haber droga.

Los agentes encontraron varias bolsas de plástico con paquetes que, a su vez, contenían tabletas de color marrón.

En total, los miembros del Instituto Armado consiguieron intervenir casi 10 kilos de polen de hachís y otros dos kilos de hachís.

Tras la instrucción de las diligencias, la arrestada fue puesta a disposición del Juzgado de Guardia de la capital tinerfeña.

Cabe recordar que, en el transcurso de los últimos meses, más de una decena de personas han sido detenidas en el puerto de Santa Cruz de Tenerife cuando portaban hachís o cocaína, tanto en su organismo como en maletas y los coches que conducían. Muchos de esos detenidos por transportar sustancias estupefacientes, y que son conocidos popularmente como "correos", llegan en embarcaciones procedentes de Gran Canaria.