Las altas temperaturas durante el verano pueden causar problemas de salud, como las erupciones cutáneas, calambres, síncopes o golpes de calor, que en las ocasiones más graves pueden producir el fallecimiento de las personas que lo padecen, especialmente si incide en ancianos, niños o personas con enfermedades crónicas, según advierten los especialistas del servicio de Medicina Interna del Hospital Vithas Xanit Internacional.

Durante las olas de calor se incrementan la mortalidad y los ingresos hospitalarios como causa de enfermedades cardiovasculares y respiratorias. "La temperatura del cuerpo debe ser de unos 37 grados, el cuerpo tiene mecanismos para regularla pero cuando el clima alcanza temperaturas extremas, el sistema termorregulador es incapaz de eliminar el exceso de calor", explica la especialista del servicio de Medicina Interna del Hospital, Alba Ramírez.

Los golpes de calor afectan principalmente a mayores de 65 años y suelen producirse en las primeras 24 y 48 horas de una ola de calor, de hecho las personas mayores son más vulnerables porque pierden la capacidad de regulación de la temperatura y la sensación de sed necesaria para mantener una correcta hidratación.

Es fundamental prevenir esta patología, ya que es el problema más grave de todos los que se producen como consecuencia del calor, además de que puede llegar a dañar diferentes órganos, ocasionando la muerte en algunas personas.

Por ello, hay que tener cuidado si aparecen síntomas como taquicardias, cambios en la tensión arterial, respiración rápida pero débil, piel seca y caliente, confusión y otras alteraciones en el sistema nervioso.