El cierre de la temporada en la Monumental Plaza de México tuvo un triste final sin trofeos para los toreros mexicanos José Luis Angelino, José Mauricio y Antonio García "El Chihuahua", que pese a algunos destellos no estuvieron finos con las espadas.

Con un cuarto de entrada, unas 8.000 personas, se lidiaron siete toros de Monte Caldera, muy bien presentados, de precioso tipo pero faltos de raza.

Angelino logró el lote más potable. En el primero tuvo momentos buenos y banderilleo con lucimiento. Con la muleta le faltó templar la lentas embestidas de la res, mató mal, silencio.

Con el quinto, un toro de clase, Angelino fue ovacionado junto con el "Chihuahua" en banderillas, y con la muleta empezó bien, pero no terminó por entender a su enemigo, matando mal. Recibió palmas.

José Mauricio, con el segundo, logró momentos esperanzadores con el capote y con la muleta bien, pero su enemigo se vino a menos y la faena también.

Mató de un bajonazo y hubo petición de oreja con salida al tercio.

En el quinto realizó un gran quite por fregolinas, el toro se rajó pronto y su voluntad no fue suficiente. Mal con el descabello. Silencio.

Regaló un séptimo sin recorrido, volviendo en las patas, su labor tuvo mérito y regular con la espada. Palmas.

"El Chihuahua", en cambio, tuvo un lote poco potable, el tercero bien con el capote y superior con las banderillas, tercio en el que dio vuelta al ruedo.

Empezó bien, pero el toro fue a menos. Regular con el acero para palmas.

Se esperaba más del festejo.