Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC) ha descubierto un nuevo polisacárido, una biomolécula parecida a la celulosa que podría tener aplicaciones en los sectores químico, sanitario y alimentario.

El estudio, publicado en ''Proceedings of the National Academy of Sciences'' (PNAS), muestra la novedosa estructura química de este biopolímero, así como los mecanismos bioquímicos que controlan su producción, realizada por un grupo de bacterias del suelo beneficiosas para las plantas.

La celulosa es el polímero orgánico más abundante en la naturaleza y constituye la mayor parte de la fibra vegetal. La celulosa y sus derivados tienen múltiples usos como componente principal del papel o de tejidos como el algodón y el lino. También algunas bacterias producen celulosa químicamente idéntica a la de plantas, que por su pureza y propiedades cristalinas tiene importantes aplicaciones en medicina.

El polisacárido ahora descubierto forma también fibras parecidas a la celulosa pero, además, presenta características propias, como ser más soluble en disolventes orgánicos.

"Esto permitirá nuevos usos y aplicaciones frente a la celulosa. Además, comparte propiedades con otras biomoléculas, como las que componen la llamada fibra de avena, de uso creciente en nutrición y dietética", ha explicado el investigador del CSIC Juan Sanjuan.