La denominada Comisión Internacional de Verificación (CIV) del alto el fuego en el País Vasco transmitieron ayer una oferta de desarme por parte de ETA, a cambio de "contactos" y una solución para sus presos, según informó la edición digital de El País.

A su vez, este colectivo aseveró que la organización terrorista está "preparada para dialogar sobre asuntos prácticos relevantes para consolidar el proceso", aunque no detalló cuales.

Esta comisión se reunió entre el jueves y ayer en Bilbao con las fuerzas políticas y sociales vascas, incluido el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, y con representantes del PNV, el PSE-EE y los partidos de la izquierda abertzale, así como la patronal vasca Confebask, los sindicatos UGT, CCOO, ELA y LAB y representantes de la Iglesia. Sin embargo, No se produjo ningún contacto con el PP.

Al acabar las citas, aseguró que ha constatado que "ETA continua respetando sus compromisos con el fin de la violencia y que se siguen dando avances para consolidar la paz".

Sobre el plan de reinserción de etarras avanzado por el Gobierno, esgrimió: "es un primer paso que esperamos tenga seguimiento en la misma dirección".

Mientras, fuentes del Gobierno central señalaron que no necesitan "verificadores internacionales" para comprobar si ETA se disuelve.

Por su parte, la izquierda abertzale pidió al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, que deje de "dar la espalda" al diálogo y añadió que este anuncio fortalece la irreversibilidad del alto el fuego.