Ocho diputados del Parlament relataron ayer ante el juez que se sintieron intimidados y coaccionados como representantes de esta institución por algunos "indignados" que el 15 de junio bloquearon los accesos a la cámara, en un Palacio de Justicia blindado por temor a otro 15J.

En una decisión excepcional, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que investiga el bloqueo al Parlament del 15 de junio, se desplazó ayer al Palau de Justicia de Barcelona -sede de la Audiencia de Barcelona y del TSJC- para tomar declaración como testigos a diez de los diputados que sufrieron actos de acoso en la protesta, convocada para impedir el debate de unos presupuestos que abrían la puerta a los recortes.

Ante el magistrado y la fiscal de la Audiencia Nacional desplazados a Barcelona declarado como testigos ocho de los diez diputados citados para ayer, de CiU, PSC y SI, ya que los dos de ICV decidieron no acudir alegando que no se sentían perjudicados en la causa, aunque serán citados de nuevo por el juez para que acaben testificando en la sede de su juzgado de instrucción en Madrid.

Paralelamente, el juez hizo llegar ya el interrogatorio planteado por acusaciones y defensas del caso al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que declarará por escrito dado que tiene esa potestad por su cargo.

Delito

Según informaron fuentes judiciales, con la excepción del diputado de Solidaritat per la Independència (SI) Alfons López Tena, el resto relataron ante el juez que el 15J se sintieron intimidados y coaccionados, aunque no en un plano personal, sino en su función de repre- sentantes del pueblo.

Los diputados insistieron en que esas presiones de los manifestantes pretendían impedir su derecho a acceder libremente al Parlament -en el caso de Montserrat Tura (PSC) su derecho a hacerlo a pie- y a ejercer su función de diputados, una descripción que encaja con el delito contra altas instituciones de la nación del que están acusados los indignados imputados.

El diputado invidente de CiU Josep Maria Llop relató que sintió miedo, una vez que estuvo a salvo dentro del Parlament al pensar en lo que le podía haber pasado, y precisó que en dos ocasiones sintió que los manifestantes tiraban de su perro lazarillo, según las fuentes.

También Annabel Marcos (CiU), que ha identificado a un cámara de televisión imputado como la persona que la intimidó, ha contado ante el magistrado el temor que sintió por los incidentes del 15J, que le desencadenaron una crisis de ansiedad y una subida de tensión que la obligó a llevar un seguimiento médico en días posteriores.