La Fundación Fernando Buesa y el organismo de estudios sobre la paz Bakeaz han alertado hoy del peligro de "cerrar el falso" el fin del terrorismo de ETA y de no atender a las víctimas, cuya única reparación es la memoria.

Así se han expresado hoy en Bilbao Jesús Loza, parlamentario vasco del PSE y vicepresidente de la citada fundación, creada en honor del dirigente socialista asesinado por ETA en 2000, y Josu Ugarte, presidente de Bakeaz, en la inauguración de un seminario para debatir sobre la conveniencia de crear en Euskadi un centro de la memoria de las víctimas.

Ugarte ha defendido que la memoria de la víctimas es una "cuestión clave" y una "condición básica para guiar ese camino hacia un auténtico escenario de paz" y se ha felicitado de que la "centralidad de las víctimas" esté cada vez más presente en ese "esfuerzo por superar la violencia".

Ha abogado por construir una paz basada en la justicia y ha recalcado que para ello es necesario reconocer a las víctimas y mantener su memoria.

Por ello, se ha mostrado preocupado por la "tentación de pasar página como forma de superar la violencia" y ha alertado de que esa tentación es "muy fuerte" en el País Vasco debido, en gran medida y según ha considerado, a la hegemonía del nacionalismo.

Para no "cerrar el falso" el final del terrorismo, Ugarte ha abogado por promover iniciativas públicas y sociales para establecer las "bases ético-políticas" de la sociedad vasca del futuro y por crear un centro de memoria para "consolidar una lectura certera, veraz y no equidistante del pasado".

Por su parte, Jesús Loza ha proclamado que "hay que tomar medidas de memoria cuanto antes" y ha urgido a que "el relato que se escriba de lo acontecido se haga sobre la memoria de las víctimas y de su significado político, ligado a la pretensión de los asesinos de imponer un proyecto político totalitario y excluyente sobre la sangre inocente de los asesinados".

Para el vicepresidente de la Fundación Fernando Buesa, es necesario construir una memoria basada en las víctimas ante la posibilidad de que haya quien quiera "olvidar o reescribir la historia y basarla en la teoría del conflicto y del enfrentamiento entre dos violencias".

"En eso estamos a punto de entrar y nos preocupa", ha reconocido Loza.