Víctor Bravo no se esperaba que a Calderón se le destituyera el domingo. Ello, unido al hecho de que, según dijo ayer, "es una persona querida en el vestuario", pudo provocar que se le notara afectado al hablar de Antonio tras el entreno. "Es un gran entrenador y, sobre todo, una gran persona", indicó. Además, reconoció que el gaditano "no tiene el 100 por cien de la culpa". "También los jugadores", agregó. Eso sí, cuando se le preguntó por el perfil del nuevo técnico confesó que "el equipo no está bien y necesita un cambio, un giro de tuerca". Del que no quiso hablar fue de García Tébar, su técnico en el Melilla. Lo que resaltó es que ahora el plantel debe "poner ilusión" para volver a los puestos de "play-off".