Este periódico publicó ayer, en un inteligente "mojo", que se disparan algunos rumores de crisis entre Coalición Canaria y el PNC, su más fiel aliado en años.

El PNC es el paradigma de la honestidad y de la dignidad histórica. Un partido que ha sido fiel y sincero con sus aliados y que ahora encuentra obstáculos para incluir en las listas nacionalistas, en puestos incluso poco generosos, a algunos de sus miembros.

Si Paulino Rivero quiere hacer nacionalismo, nos parece oportuno que, igual que ha negociado bien con el CCN, lo haga con el PNC, con mucho más motivo. Debería saber Rivero que se oyen tambores lejanos en cuanto al gasto autonómico y a la necesidad de recortarlo. Recortar esos dineros es también recortar poder a las autonomías. Y Canarias no necesita recortes, sino competencias; que el Estado abandone ya estas islas, simplificar las administraciones propias y que los canarios podamos valernos por nosotros mismos.

Pero el andar de la perrita no va por ahí. Va por acortar poder a las autonomías, con la disculpa de que no se puede soportar, en los tiempos que corren, el actual dispendio territorial. PP y PSOE están de acuerdo, como acaba de insinuar el portavoz de los populares, González Pons. Quieren los partidos estatalistas unirse para echar a los nacionalistas canarios del poder. Lo venimos repitiendo aquí porque la información que tiene este periódico es muy fiable. Las elecciones autonómicas, insulares y locales de mayo pueden ser las de la pirula a los nacionalistas. Y el que avisa no es traidor.

Negar al PNC protagonismo electoral es poner el pie encima a una opción digna, a un partido histórico y a un aliado fiel. Paulino debe unir, no separar. Jubilar a Juan-Manuel García Ramos de la política sería un inmenso error. Está en la mejor edad y en su mejor momento intelectual para que acepte un cargo de responsabilidad; en la cúpula. Y con él otros miembros del PNC muy válidos. Y muy nacionalistas.

Coalición Canaria ha de asumir sus compromisos con decisión. No puede ser un partido en el que la palabra no valga. El nacionalismo canario, de mucho mayor contenido que otros del Estado porque está obligado a lograr la independencia de las Islas, necesita de la unidad de todos. Eliminar discrepancias y ponerse a trabajar juntos. Y para esto hace falta mucha generosidad. La que no aparece en las actuales negociaciones.

No nos cansaremos de repetir que en la unidad de todas las fuerzas nacionalistas estará el éxito para que la patria canaria sea sólo nuestra. Sin que nadie nos poca la bota encima. Esto sí que es un secreto a voces.