Miles de personas salieron ayer a la calle en Johannesburgo para rechazar la violencia xenófoba contra inmigrantes africanos, que ha causado siete muertos y miles de desplazados en las últimas semanas en Sudáfrica.

En una marcha convocada por las autoridades y la grupos de sociedad civil, sudafricanos y extranjeros recorrieron sin incidentes el centro de la capital económica del país, entre gritos de unidad contra la discriminación y reivindicaciones de la solidaridad entre africanos.

Movilizados por varios colectivos cívicos, los participantes portaron banderas africanas y pancartas en las que reivindicaban valores humanistas y el legado de Nelson Mandela.

Al contrario de lo que ocurrió en la marcha contra la xenofobia celebrada hace unos días en Durban, que fue atacada por algunos vecinos, los transeúntes y residentes en el centro de Johannesburgo jalearon a los manifestantes coreando sus mensajes.

Uno de los momentos más emotivos se produjo en la zona conocida como la pequeña Adis Abeba, donde vive una gran comunidad de etíopes.

Asomados a las ventanas de sus casas y en la terraza en el primer piso de uno de sus restaurantes, los etíopes agitaron sus banderas ante el entusiasmo de la masa, con sudafricanos y extranjeros de todas las razas y religiones.

"Estoy contento con esta reacción de los sudafricanos. Queremos trabajar y vivir en dignidad y en paz en este país", dijo el etíope Getchew Aboul, que se manifestó envuelto en una bandera de su país.

El baile y las canciones de la lucha cívica contra el régimen segregacionista del "apartheid" estuvo presente durante todo el recorrido.