Un total de 1.869 palestinos han muerto desde el 8 de julio pasado como consecuencia de la ofensiva armada de Israel sobre Gaza, de los que 1.380 son civiles y el 60 por ciento niños.

De los fallecidos, la organización internacional considera que sólo 217 pertenecían a grupos armados, precisó el portavoz en Ginebra de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke.

Relató que, según el testimonio de empleados de la ONU en Gaza, la población teme salir de sus hogares por miedo a que las hostilidades se intensifiquen nuevamente.