El duelo que vive Argentina por las víctimas de la explosión de un edificio en la ciudad de Rosario marcó hoy el cierre de campaña para las elecciones primarias del próximo domingo, y la cacerolada convocada por el movimiento de "indignados" para protestar contra el Gobierno.

Miles de personas se congregaron en distintas zonas de Buenos Aires, como el Obelisco y la Plaza de Mayo, aunque el luto por los fallecidos en Rosario hizo que la afluencia de gente fuera menor que en las últimas movilizaciones ciudadanas de septiembre de 2012 y del pasado abril.

"Puede ser que haya venido menos gente por lo de Rosario. No hay mucho cacerolazo, los otros fueron más masivos. Tratamos de solidarizarnos con la gente de Rosario, pero al mismo tiempo hay que reclamar", aseguró una de las manifestantes.

Convocados a través de las redes sociales bajo la etiqueta #8A, los "indignados" argentinos recibieron hoy muchas críticas por no haber suspendido la movilización en solidaridad con las víctimas de la explosión, que dejó al menos diez muertos y más de 60 heridos.

La cifra de fallecidos podría aumentar en las próximas horas, ya que los equipos de rescate están trabajando en la recuperación de tres cuerpos localizados bajo los escombros del edificio siniestrado, según confirmó el jefe de los rescatistas, Ángel Poidomani, a la agencia oficial Télam.

Los candidatos de los principales partidos suspendieron este miércoles los cierres de sus campañas y, muchos de ellos, que tenían previsto asistir a la movilización, pidieron cancelar las protestas e hicieron un llamamiento a la ciudadanía para que esperen al domingo para llevar a las urnas sus quejas.

"Si queremos transformar las cosas, tenemos la oportunidad el domingo de hacerlo. Sería bueno que la sociedad ponga la cabeza en la fiscalización y en el control de las urnas", dijo hoy en declaraciones radiofónicas la diputada Mónica López, del opositor Frente Renovador liderado por Sergio Massa.

"Por duelo ante la tragedia de Rosario no participaré en la manifestación del 8A", expresó a través de Twitter el diputado de la conservadora Propuesta Republicana (PRO) Federico Pinedo.

Sin embargo, Luciano Bagallo, uno de los promotores del #8A, argumentó que la gente de Rosario "nos pidió que no suspendamos el cacerolazo".

Por eso, los distintos grupos convocantes decidieron seguir adelante con las manifestaciones y salieron a las calles de la capital argentina con cacerolas, recipientes de latón, banderas y pancartas en las que protestaban contra la corrupción, la inseguridad y reclamaban la independencia de la Justicia.

"Basta de corrupción", "Justicia levántate y anda", "Argentina sin Cristina" o "Hay que ganarle al Gobierno", fueron algunas de las consignas más repetidas por los manifestantes.

A lo largo de la Avenida 9 de Julio, arteria principal de la ciudad, un camión proyectaba videoclips con versiones de conocidas canciones aludiendo a la gestión gubernamental.

"Pedimos que se termine la corrupción. Que haya más seguridad, que ganen los que proponen seguridad y que no mientan al pueblo. Seguramente nos van a ningunear de parte del Gobierno, como hicieron siempre con todos los actos, pero no importa, venimos igual", señaló uno de los asistentes.

Los últimos sondeos, publicados el pasado domingo, otorgaban una ventaja de cinco puntos al candidato opositor Sergio Massa, cabeza de lista del Frente Renovador, frente al postulante oficialista Martín Insaurralde en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral de Argentina.

Las elecciones primarias del próximo domingo definirán a los candidatos para los comicios legislativos del 27 de octubre, claves para el futuro de Cristina Fernández.