La Justicia rusa dictará el próximo 17 de agosto sentencia contra tres integrantes del grupo punk Pussy Riot, que podrían ser condenadas a varios años de cárcel por cantar en la catedral de Moscú contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin.

El juicio quedó ayer visto para sentencia después de que las tres integrantes del grupo opositor recibieran la última oportunidad de dirigirse al tribunal, intervenciones en la que defendieron su inocencia e insistieron en su absolución.

"Este es un proceso judicial no a Pussy Riot, sino a todo el sistema político. ¿Se puede encerrar a gente en la cárcel basándose sólo en suposiciones?", dijo Nadezhda Tolokónnikova, líder del grupo. Tolokónnikova, de 22 años, insistió en que su actuación en la catedral de Cristo Salvador fue exclusivamente política y que ni ella ni sus dos compañeras sienten "odio religioso".

"No existe ningún grupo social llamado creyentes ortodoxos como asegura la acusación", dijo la acusada, quien denunció "el uso de métodos de fuerza contra las protestas" opositoras.

"Cada vez hay más gente que nos cree, que considera que nuestro lugar está en la calle y no entre rejas. Nos apoyan y aseguran que nuestra actuación estuvo justificada", destacó.