El embajador de Argelia en España, Mohammed Haneche, ha dado hoy por hecho que la próxima cumbre entre ambos países tendrá lugar este año coincidiendo con la nueva etapa abierta con el Gobierno de Mariano Rajoy.

Haneche ha confiado en la celebración de esta cita durante su intervención en un desayuno informativo organizado por la entidad Executive Fórum España en un hotel de Madrid bajo el título "Argelia, pasado y presente".

La reunión de alto nivel tendría lugar en Argelia, después de que la última edición fuera en Madrid el 7 de enero de 2010.

El embajador ha informado de que además de la cumbre, se espera que haya un fluido intercambio de visitas ministeriales a lo largo del año.

Hasta la fecha, no ha habido contactos al máximo nivel entre los dos Gobiernos desde la llegada al Palacio de la Moncloa de Rajoy, quien mañana viajará a Marruecos, en su primera salida al extranjero.

Haneche ha confiado en que las "sólidas" relaciones que hay entre los dos países puedan prolongarse con el Gobierno del PP.

Preguntado por los ocho años de mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, el diplomático ha contestado: "Hemos tenido una relación de estado, nutrida con las relaciones personales. Pero la relación de estado se queda siempre, y es muy sólida y buena".

Haneche ha animado a las grandes empresas y a las pymes a invertir en su país por su estabilidad política y jurídica, la proximidad geográfica y las oportunidades de negocio que presenta.

En su opinión, además de seguir potenciando la colaboración energética -Argelia es el primer suministrador de gas de España-, ha abogado por "crear nuevos pilares de cooperación" en otros ámbitos, entre los que ha citado el turismo, la industria y la agricultura.

Se ha felicitado del acuerdo firmado en junio del pasado año que puso fin al contencioso comercial entre la empresa pública argelina Sonatrach y la española Gas Natural Fenosa y ha confiado en que este espíritu de consenso se mantenga siempre.

Sobre los procesos de cambio en el mundo árabe, el embajador se ha mostrado convencido de que las reformas son "ineludibles" y que el ciclo de democratización es imparable y "duradero".

"Las reformas son una realidad que se impondrán en toda la región. Los regímenes que no las hagan correrán el riesgo de que sus pueblos les condenen a desaparecer", ha vaticinado.