El primer ministro italiano, Mario Monti, planteará hoy una cuestión de confianza en el Parlamento para aprobar por la vía rápida el plan de ajuste presupuestario de unos 30.000 millones de euros impulsado por su Gobierno para sanear las cuentas públicas del país.

La Junta de Portavoces de la Cámara de los Diputados así lo anunció ayer al término de una reunión celebrada después de que en el pleno se aprobara suspender de forma anticipada la discusión del texto.

Monti propondrá hoy una cuestión de confianza, la primera de su Ejecutivo, mientras que la votación final en dicho hemiciclo se estableció para el viernes.

Una vez aprobado por la Cámara baja, el texto pasará al Senado, donde está previsto que sea ratificado de forma definitiva el 23 de diciembre.

El uso de las llamadas cuestiones de confianza es una estrategia muy utilizada por los Ejecutivos italianos para acelerar las aprobaciones de las leyes, ya que permite saltar el debate de enmiendas y el parlamentario.

El plan de ajuste llegó ayer al pleno de la Cámara de los Diputados, tras haber sido aprobado por el Gobierno en Consejo de Ministros el 8 de diciembre y en él se incluyen tanto medidas de ahorro como recaudatorias.

Monti defendió la equidad de esas intervenciones en este nuevo ajuste, que se suma a los dos ya aprobados con Berlusconi.

Entre las medidas incluidas en el nuevo plan figura una reforma del sistema de pensiones italiano, que se topó con las críticas de los sindicatos, que durante esta semana han convocado diferentes movilizaciones para protestar contra el plan de ajuste.