El partido antimusulmán de extrema derecha liderado por el polémico Geert Wilders (PVV) registró una espectacular progresión en las elecciones legislativas celebradas ayer en Holanda y, según los primeros sondeos a pie de urna, podría convertirse en la tercera fuerza política del país.

De confirmarse estas encuestas en el escrutinio, el PVV obtendría 22 escaños, frente a los 9 que tuvo hace cuatro años.

Esa subida, unida a la fuerte caída de los democristianos del primer ministro saliente, Jan Peter Balkenende, situarían a la formación de extrema derecha como la tercera fuerza parlamentaria, sólo por detrás de los liberales del VDD y del partido laborista (PvdA).

Los sondeos a pie de urna mejoran los resultados previstos para el partido de Wilders, aunque le dejan aún lejos de ser una de las dos fuerzas más votadas, tal y como se pronosticaba a principios de año.

Aunque el líder del VVD, Mark Rutte, nunca ha excluido asociarse con los antimusulmanes, parece difícil que Wilders pueda llegar al Gobierno, dado el rechazo que provoca entre fuerzas de la izquierda como el PvdA, partido que igualaría a escaños a los liberales de derecha, según los pronósticos.

Wilders se ha convertido en los últimos años en uno de los políticos holandeses más conocidos gracias a sus declaraciones y a su programa político profundamente antimusulmán.

El político, que salió del VVD en 2004, ha ganado notoriedad comparando el Corán con el fascismo y, sobre todo, con su documental "Fitna", en el que hacía un llamamiento a la lucha contra la "islamización" de Holanda.

Liberales y laboristas

Por su parte, los liberales (VVD) y los laboristas (PvdA) mantienen una pugna cerrada por convertirse en la primera fuerza política de Holanda, según los sondeos a pie de urna, que muestran la igualdad de las dos formaciones con 31 escaños.

Los democristianos pierden 20 escaños respecto a los 41 actuales, lo que supondría la caída del primer ministro, Jan Peter Balkenende, en el poder desde hace ocho años.

De momento, anoche, Balkenende anunció su dimisión como líder de su partido, el CDA, tras la clara derrota electoral.

También avanzan los verdes (GroenLinks, 7 escaños en la actualidad) y los demócratas liberales (D66, 3 parlamentarios hasta ahora), que consiguen respectivamente en los sondeos a pie de urna 11 y 10 escaños.

Estos dos partidos podrían jugar un papel importante como llave en la formación de un posible gobierno basado en una alianza entre la derecha liberal y los partidos de la izquierda, como pasó en 1994 y 1998 con los gobiernos dirigidos por el laborista Wim Kok.

Una posible alianza entre liberales, laboristas, los verdes y los demócratas del D66 (juntos tendrían 83 escaños de 150 totales) sería difícil por las diferencias en los programas políticos de los dos primeros, que se diferencian sobre todo en el hincapié más o menos social a la hora de aplicar ajustes presupuestarios.