La Unión Europea (UE) comenzó ayer formalmente el análisis del posible impacto que tendrá en el sector europeo la prohibición rusa de importar productos agroalimentarios procedentes de los Veintiocho, y propuso las primeras medidas en favor de los productores de melocotones y nectarinas.

Ayer se reunió por primera vez el grupo de trabajo de expertos de la Comisión Europea (CE) creado para estudiar el impacto del veto ruso y posibles medidas de apoyo a los agricultores y encabezado por el director general de Agricultura del Ejecutivo comunitario, Jerzy Bogdan Plewa.

"Espero que para el jueves, cuando hemos convocado una reunión del comité de gestión (con representantes de los Estados miembros), estemos en una posición en la que tengamos una imagen clara del impacto potencial" de las sanciones rusas, dijo en la rueda de prensa diaria de la CE el portavoz de Agricultura, Roger Waite.

Según dijo, el panel de expertos estudiará el "impacto potencial teniendo en cuenta lo que puede ocurrir en otros mercados del mundo", aunque precisó que "no es seguro" que para el jueves la CE presente una conclusión firme sobre las posibilidades de exportar a otros lugares para compensar las pérdidas derivadas del embargo.

Moscú acordó el pasado día 7 prohibir por un año la importación de ternera, cerdo, verduras y hortalizas, frutas, carne de ave, pescado, quesos, leche y productos lácteos desde la UE, EEUU, Australia, Canadá y Noruega, por las sanciones que han impuesto a Rusia por su papel en la crisis ucraniana.

La ministra española de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, aseguró ayer tras reunirse con el sector que España -el sexto país europeo más afectado con unos 338 millones- pedirá en la reunión del jueves "la retirada de las producciones con carácter urgente", centrándose en el sector de las frutas y perecederos, que son los más afectados actualmente.