El precio de los carburantes y de los lubricantes ha sido la causa principal de que la inflación anual cayera una décima en enero hasta situarse en el 0,2%. Si el próximo 14 de febrero el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma este indicador adelantado ayer, significaría que la inflación vuelve a caer tras dos meses consecutivos de subidas.

Este dato tan bajo del índice de precios de consumo (IPC) es considerado por los expertos como algo negativo, por reflejar la situación de una economía débil, pero también positivo, al ganar competitividad.

El catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor University (Reino Unido) e investigador de Funcas, Santiago Carbó, señaló que una inflación tan baja muestra el contexto en el que se mueve la economía española, que muestra una "cierta" reactivación aunque todavía "muy limitada" y con mucho recorrido por delante. A su juicio, lo ideal sería tener una inflación "saludable", en torno al 2%, porque supondría que la economía es más dinámica.

Por ello, Carbó aboga por tomar alguna medida si se mantiene esta tendencia bajista de la inflación en los próximos meses y recuerda que España al ser un país muy endeudado se ve perjudicado por una inflación tan baja.

Por su parte, el catedrático de la Universidad de Valencia Joaquín Maudos, afirmó que el nivel tan reducido de la tasa de inflación obedece tanto a factores de demanda como de oferta.

En este sentido, aseguró que, desde el punto de vista de la demanda, si bien el consumo se está recuperando con una tasa en el último trimestre del 0,4%, el contexto macroeconómico sigue siendo de debilidad.