El presidente de la CEOE, Juan Rosell, afirmó ayer que el sector público está "sobredimensionado" porque parte de los funcionarios y empleados "no cumple o no tiene trabajo", a lo que añadió que, dadas las necesidades de control del déficit, la Administración necesita equipararse en la medida de lo posible al sector privado y poder despedir al personal sobrante.

"En el campo público nos tenemos que acostumbrar a que no haya tantas diferencias con el sector privado", aseguró Rosell, que aclaró que en el mundo de la empresa "el despido es la última solución", pero que "cuando no tienes más remedio, no tienes más remedio".

Así lo indicó, flanqueado por el vicesecretario general de Asuntos Económicos, Laborales e Internacionales de la CEOE, Alberto Nadal, durante la presentación de los informes "Debate de la eficiencia del sector público: una contribución en el ámbito del número y coste del personal" y "El traspaso de competencias en el sector público", que la patronal trasladó a los partidos políticos antes de la elecciones del 20-N.

Aunque no quiso precisar cuántos empleados "sobran" en el sector público, Rosell aportó unas cifras aproximativas. En este sentido, explicó que en los últimos 33 años, desde 1978, se han transferido 821.357 trabajadores desde el Estado a las comunidades autónomas de la mano de las competencias asumidas, pero que actualmente estas administraciones cuentan con 1.744.000.

Así pues, habría unos 900.000 puestos creados directamente en las autonomías, de los que una parte, que tampoco concretó, estarían justificados por el aumento durante estos años de la población, y con ella de los servicios a prestar. Otra habría que suprimirla.