Aunque el Gobierno se mostró ayer dispuesto a alargar hasta el lunes el plazo para negociar con los agentes sociales la reforma laboral, la reunión de ayer con la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT se tornaba "muy difícil", ya que la prórroga ofrecida por el Gobierno estaba sujeta a si se alcanzaba entre un 70 u 80% de acuerdo en las diferentes materias y, en caso contrario, se darían por finalizadas.

El ministro Corbacho entregó anoche al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y a los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, una propuesta que contiene "mucho más de seis puntos".

El Gobierno quiere generalizar el contrato de fomento del empleo estable -cuya indemnización por despido improcedente es de 33 días por año frente a los 45 de un fijo ordinario-, facilitar a las empresas acogerse a las causas del despido objetivo procedente (20 días por año) e implantar el modelo alemán (que fomenta la reducción de la jornada para evitar despidos). Y defiende un plan de choque para frenar el alto paro juvenil y concentrar las bonificaciones a la contratación en los colectivos más castigados.

El Gobierno ha fijado el próximo día 16 como tope para aprobarla en el Consejo de Ministros, haya o no acuerdo.