El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) regresa de las vacaciones con el reto de mantenerse imbatido al final del Gran Premio de Indianápolis de MotoGP que se disputa este fin de semana en el circuito Brickyard de esta ciudad estadounidense.

Tanto Márquez como el resto de pilotos van a necesitar nueva información del trazado americano, que ha sido asfaltado casi por completo y en el que se han modificado una serie de curvas, hasta cinco, las número 3, 4, 7, 15 y 16, para lograr mayor espectacularidad y garantizar una mayor facilidad en los adelantamientos aunque sea 48 metros más corto que el anterior. Márquez se impuso ya el pasado año en Indianápolis camino de su histórico primer título mundial de MotoGP, por lo que vuelve a ser el más claro aspirante a la victoria, máxime después de encadenar un pleno total y absoluto en lo que va de temporada al ganar los nueve grandes premios disputados hasta la fecha.

Si alguien puede plantar cara al líder del mundial, que cuenta con 77 puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor es precisamente éste, su compañero en la escudería Repsol Honda, Dani Pedrosa, aunque no el único, puesto que los pilotos oficiales de Yamaha, tanto el italiano Valentino Rossi, que ganó la carrera inaugural de Indianápolis en 2008, como el español Jorge Lorenzo, que ha subido en cinco ocasiones a ese podio, en 2009 como ganador, necesitan imperiosamente dar un giro a su trayectoria deportiva de la temporada.

Para todos ellos, tanto por lo que se refiere a Pedrosa, Rossi y Lorenzo, se antoja un reto extremadamente complicado dada la eficacia de su rival, aunque en esta ocasión todos ellos deberán comenzar a trabajar intensamente desde los primeros entrenamientos libres de hoy para conseguir una buena puesta a punto.

Una ausencia destacada en esta segunda y última cita estadounidense será la del piloto de Kentucky, Nicky Hayden, quien volvió a ser operado en su muñeca.