Como un niño que se ha portado bien, el Tenerife confía en que su regalo en este Día de Reyes venga en forma de tres nuevos puntos que le sirvan para afianzarse al frente de la tabla y, de paso, convertirse en campeón de invierno, mérito que no alcanza el equipo blanquiazul desde que ascendió a Primera con Joanet en 1989.

Además, el teórico triunfo le permitirá poner más tierra de por medio con un rival directo, un Salamanca que ocupa el quinto puesto de la clasificación y que tiene cinco puntos menos que el Tenerife.

Para la ocasión, el entrenador Álvaro Cervera vuelve a contar con Luismi Loro, que sufrió un esguince de tobillo el 2 de diciembre, en el encuentro con el Real Oviedo, y se perdió por ese motivo las citas con el Fuenlabrada, Sanse y Alcalá. No obstante, el técnico avisó el viernes que el mediapunta no formará parte de la alineación titular, ya que "después de la lesión no está para jugar de entrada".

Sin Loro en el "once", lo más probable es que Cervera recupere la formación que opuso al Sanse, con la excepción de la entrada de Jesús Álvaro por Raúl Llorente, que ha estado enfermo y no está para jugar. Sí estará el tridente ofensivo formado por Suso, Cristo Martín y Chechu por detrás del goleador Aridane. Lo que no hará será repetir la apuesta que eligió para la visita al Alcalá, con dos delanteros.

El rival, que destaca por tener más goles a favor (32) que ningún otro equipo del Grupo I y por ser el octavo más goleado (23), se presenta en el Heliodoro con las bajas de los defensas Zubiaurre (sanción) y Ladero (lesión), y con las novedades del recientemente fichado Fuster y de Igor, el delantero que militó en el Tenerife durante la segunda mitad de la Liga 10/11.