Los libreros que participaron este año en la XXVI Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife mostraron su satisfacción por el éxito de público y por lograr aumentar las cifras de ventas de la pasada edición, a pesar de la lluvia de los primeros días. Y es que por suerte "no fue constante", así que no asustó a la gente y los que se acercaron al parque pasaron su rato en las carpas de las librerías preguntando y comprando sus libros preferidos y aprovechando también las ofertas, pues todos tenían un diez por ciento de descuento y algunos pusieron a la venta también ejemplares de segunda mano. El fin de semana y el Día de Canarias, además, aumentó el público, no solo los incondicionales amantes de la lectura, sino el público general, atraído también por el buen tiempo y las actividades, lográndose así el segundo de los objetivos de la organización, atraer a nuevos lectores, grandes y pequeños, quienes entraron en contacto con el mundo de la lectura. Un centenar de escritores presentaron sus obras y participaron en foros, en la carpa Agustín Millares Sall, donde pudieron firmar sus libros y hablar con sus lectores, mientras que la carpa Cepsa acogió todos los días cuentacuentos y otras actividades dirigidas al público infantil.