La teórica de hoy va de morbo internacional. Así que aparco mi serie del transporte en Tenerife sobre taxis/guaguas/tranvías. Pero insistiendo en que el transporte colectivo es muy caro; un "no" a las líneas del tranvía al aeropuerto Norte y a La Gallega, y que para que el tranvía en Santa Cruz, capital, funcionara casi al cien por cien haría falta otra segunda línea: La Línea 3.

En este sentido, recordarles a los "damnificados" que, cuando escribí en contra del trayecto del tranvía -¡no uno, sino cuatro artículos!-, en defensa de los grupos antes mencionado y comerciantes -especialmente de la Rambla de Pulido-, ninguno me dio una palmadita en la espalda. Ahora... en las espinillas. Normal en este país.

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De este país llamado España, de momento, no gasto ni un minuto más en sus esperpentos, para mostrarles otros, allende los mares. Sin olvidar, por supuesto, a los dos personajes que, frase mía, "más nos han trastocado la serenidad mental en la convivencia nacional": José Luís R. Zapatero, con su personal odio a la derecha, y Pedro Sánchez, con su personal obcecación con Mariano Rajoy. ¿Hombres de Estado?

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Así que, de la lejana Corea del Norte, con sus nucleares misiles, salto a la Rusia de Putin al que "Obamenos" le ha permitido la masiva construcción de aviones, subma-rinos y barcos de guerra para "putinearnos" desde Grecia, cuna de la democracia (que miren cómo la han dejado los amigos del Podemos español), hasta los ingleses del "brexit" enfadados con Europa, pero a la gresca entre ellos mismos. Observo una decadente Alemania cada vez más ultra y más verde, y miro a esa Italia de la que nadie sabe quién es su primer ministro de tantos que ha tenido. Paso de soslayo por la sensual Francia, del enamoradizo Sarkozy, que quiere volver revolcarse en el Elíseo, pero mirando de reojo a otra ultra, Marine Le Pen. Y entiendan que ni pise la gran capital, Bruselas, porque en cuanto puede te endiña una multa, que para eso fue creada.

Comprendan que no cruce el "charco" para no vomitarme ante lo soez, pornografía y payasadas de los Trump/Hilary, que tanto montan el uno como la otra. ¡Decadencia USA! Y, menos aún, a la Venezuela del dictador "Masduro" a la que feliz, contento, y con dietas del Estado español, acude con frecuencia el democrático Zapatero.

Pero sí me voy al SSA (Servicios Secretos Argentinos) a ver qué dice de la SSS (Seguridad de Su Santidad) por visitas a tan controvertidos mandamases, claro está, en su misión de Paz, porque... los caminos de Dios son inescrutables. Pero intrigado me quedo, por la inoportunidad en estas fechas -y con la que está cayendo- de normas que nos llevan al pasado en que, "si el generalísimo Franco prohibía echar polvos antes de casarnos, sea ahora el Papa Francisco el que los prohíba después de morirnos".

¡Pero coño! ¿No reza el dicho? "Cada uno en su casa y Dios en la de todos". Entonces, ¿qué de malo las fotos, reliquias, mechones y ahora las cenizas de los seres queridos en un discreto rincón de tu casa, en el jardín o en la huerta del vecino? ¿Ahí no moran Jesucristo ni el Espíritu Santo? Advirtiendo al lector de que quien suscribe dis-pone de nicho en Santa Cruz y Puerto de la Cruz con espléndidas vistas al mar.

¡Vaya por Dios! Ahora que me había olvidado del cursi Valdano (entrenador de fútbol) he de husmear las huellas de mi tocayo Francisco.

¡Dios me coja confesado!

*P P-C A R (Pancho Pallero-Católico Apostólico y Romano)