Ellos son la "x" que hay que despejar en las ecuaciones con más de dos incógnitas. Se convierten en fracciones decimales cuando eres el color rojo que afea la presentación de la estadística, porque, al fin y al cabo, número eres y en cifra te convertirás.

El cinematográfico Villar del Río aguardó con esperanza la visita de los americanos y su Plan Marshall en una cinta en la que Berlanga demostró que no hay peor condena que la de esperar por algo que jamás llegará. Sin embargo, la realidad dicta que la metáfora y la moraleja tomen como protagonistas a los cerca de 250.000 parados canarios que se convierten en invisibles cuando los servidores públicos, actores del fracaso de las políticas sociales en la legislatura pasada, vociferan sin sonrojo que nuestra tierra está saliendo de la crisis "a pasos de gigante". Ahora, la mayor parte de los políticos canarios son expertos en macroeconomía; sin embargo, las lecciones magistrales de micro se dan saliendo del despacho.

El Ejecutivo regional saliente cumplió a la perfección el tótem del poeta Samuel Beckett: "Fracasa. Prueba. Prueba otra vez. Fracasa, fracasa mejor". Con valentía, al bajar al barrio, al cuento donde los problemas se hacen realidad, es conveniente trasladar el parlamento de los porcentajes a la realidad. Urge sustituir la nomenclatura técnica por un lenguaje claro que sea capaz de explicar en los barrios de la capital que, "en términos interanuales y a tenor de la fluctuación del mercado, el desempleo desciende, pero..." la mitad de los parados son de larga duración y una gran mayoría no recibe prestación; es decir, se incluyen en la expresión prohibida para el político: "Situación de pobreza".

¿No sería conveniente que la patronal se animara a una reforma integral de la fiscalidad canaria que apueste por la imparcialidad y la justicia social, donde el trabajo sea el reactor del modelo de desarrollo? Desde luego, cómo somos, a Canarias una tarde le dio por convertirse en la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de pobreza severa y, además, el 28,1% de la población menor de 60 años vive en hogares con baja intensidad de empleo.

Que Cruz Roja mantenga sus ayudas a las personas sin recursos en 2016 en las Islas y que las donaciones de la Unión Europea al Banco de Alimentos de Tenerife hayan aumentado el 12% desde enero a octubre de 2015 respecto al año anterior, no es casualidad, sino el fruto de la mala gestión y de la elección de prioridades.

Mientras que algunos políticos se debaten entre el mío o el tuyo para ocupar una viceconsejería o una dirección general, muchas familias dejan de pagar la medicación y otras eligen entre abonar la hipoteca o comer.

¿Dónde han estado los beneficios del plan contra la pobreza y la exclusión social del Gobierno canario? ¿Habrá que pedir perdón? El truco sigue perfeccionándose.

@LuisfeblesC