Comentábamos en nuestro editorial de ayer una preocupante frase de Zapatero: "Es mejor dar la mano que cerrar la puerta a Marruecos". Se está acercando a marchas vertiginosas el día en que un presidente del Gobierno de España, ya sea Zapatero u otro -Zapatero no va a durar mucho porque el pueblo está pasando hambre y el hambre es mala consejera- diga que es mejor entregarle Canarias a Marruecos que enfrentarse con Mohamed VI. Podría darse el caso de que nuestras Islas cayesen en manos marroquíes antes incluso que Ceuta y Melilla. Urge nuestra independencia porque como país soberano Marruecos no podría anexionarnos. Que nos reprueben si quieren por decir esto los amantes de la españolidad de este Archipiélago, los españolistas y españolistos y los narcotizados por la Metrópoli que nos esclaviza.

Hoy queremos exponer una miscelánea de razones para nuestra independencia. Vamos allá. Recientemente publicaba un periódico tinerfeño de escasa difusión que, según afirmaciones de EL DÍA, "hay que expulsar de esta tierra a los godos". Efectivamente, hay que expulsar a los godos, no a los peninsulares que quieren vivir dignamente entre nosotros, respetando nuestra idiosincrasia como respetamos nosotros las culturas de todos los habitantes del planeta. Lo repetimos: a-los-go-dos, no-a-los-pe-nin-su-la-res. Ni tampoco a los españoles de buena voluntad. Como ejemplos de godos que deben ser desterrados sin dilación citamos a los cuatro de la prensa. En realidad son más, pero estos cuatro constituyen el paradigma de los indeseables. En el colmo de su desfachatez, dicen que los editoriales de EL DÍA son obra de José Rodríguez. Así es y así ha sido siempre, pese a que uno de esos godos, el bembón, se hizo pasar por editorialista para mercarse títulos honoríficos de esta Isla. Debía estudiarse el que se los retiren por falso.

Seguimos y lo hacemos con otra perla del caballo de Troya canarión infiltrado en Tenerife. Un diario que, según nos dicen, va camino de la extinción porque cada vez vende menos. "Oramas reprueba a Rodríguez por incitar a la violencia", titulaba, asimismo recientemente, otra noticia. Se refiere a Ana Oramas y a Hilario Rodríguez. Esto es grave, doña Ana. Si la señora Oramas no se desdice, quizá tengamos que demandarla. No vaya usted a comparar al citado concejal de Santa Cruz con Sabino Arana, como hizo un letrado con José Rodríguez, editor de EL DÍA, en una vista oral.

Continuamos. Hay que erradicar de Canarias los malos usos y costumbres de la "Gran"... Canaria, de la "Gran"... Caja, de la "Gran"... cultura. ¡Qué desvergüenza! Hay que evitar que se materialice la capital cultural de la tercera isla. Y lo tienen que evitar los municipios afectados, que son Santa Cruz, La Laguna, La Orotava, Los Realejos, Icod y Garachico. Tienen que evitarlo todos porque, como decíamos hace un par de días, hasta los verodes de los tejados de La Laguna cuentan con más historia que la capital de la tercera isla. Más historia, más cultura y más interés que el Dedo de Dios o el raquítico Roque Nublo.

Proseguimos. Marruecos ha renovado su Gobierno para impulsar la regionalización del país. Lo publicaba un diario español de tirada estatal el pasado 5 de enero. Esa regionalización incluye la provincia magrebí de las Islas Canarias. Para ese plan cuenta Rabat con los importantes apoyos de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Cuando quieran, nos hacen marroquíes y después a llorar al valle.

Concluimos. La unidad nacionalista es necesaria pero no imprescindible. Lo que importa para la independencia de Canarias es la decisión de la ONU sobre dos puntos para que nuestras islas estén, como de hecho ya lo están de forma extraoficial, en el lote de países a descolonizar. También es importante que los falsos nacionalistas se quiten la careta cuanto antes, porque siguen ocupando un espacio político que no les corresponde y engañando al pueblo.