EN PARTE por la presión de las novedades legislativas puestas en marcha y traducidas a modo de regulaciones de revisión mecánica, penalizaciones importantes a los conductores con actitudes temerarias, sanciones generalizadas, reducción del alcohol y puntos perdidos. En parte por la mayor aplicación que hacen las más numerosas fuerzas de seguridad (de 351 a 468 agentes, antes y después de 2008) dedicadas al control del tráfico en una labor que se ha saldado con la realización de 1.628.648 controles de velocidad de vehículos, de los que 44.515 fueron denunciados por exceder la permitida, y de 822.085 pruebas de alcoholemia, entre las que resultaron positivas 11.142 y casi como consecuencia final, en parte por la mayor educación o concienciación al volante con su componente de aumento exponencial de la responsabilidad, se está consiguiendo hacer descender significativamente las cifras de siniestros, muertos y heridos en las carreteras de Canarias.

En la comparación interanual de 2009 (12% menos que en 2008 o un 61,94% desde 2003) queda patente que el descenso de muertos en carretera fue mucho mayor en la provincia de Las Palmas, donde hubo una bajada del 22,22% al reducirse en seis los muertos, que pasaron de 27 a 21, mientras que en la de Santa Cruz de Tenerife la reducción fue significativamente menor, sólo del 3,23 por ciento, pasando de 31 fallecidos en 2008 a 30 en 2009, uno menos.

El comandante jefe de la Guardia Civil del Sector de Tráfico de Canarias, D. Benito Monzón, quiso subrayar que en Canarias, en general, hay "datos buenísimos" en lo que a la siniestralidad en carretera se refiere y que "no se puede decir que ninguna isla sea peligrosa" para conducir. Puede ser casual que aquí o allí baje un poco, más o menos dependiendo del año o periodo puntual, lo cierto es que se confirma que la "curva es significativamente descendente", según dio a conocer la delegada del Gobierno del Estado en Canarias, Dña. Carolina Darias, poniendo la coletilla que en conjunto el Archipiélago está "en índices, prácticamente, de los países nórdicos, con mortalidad muy baja".

Como los suecos, qué bien; de todos modos lo importante es que la gente que coge el volante o manillar adquiera cada vez más la dimensión de que maneja una máquina que puede ser muy peligrosa, no percibiéndose siempre, y que debe hacerlo con la precaución máxima posible y la responsabilidad que merece el asunto.

Personalmente, creo que hay un antes y un después de lo del carné por puntos, aunque ha ido siendo un conjunto compacto de normas, presión y publicidad, que ha calado en la sociedad y en el que no conviene desmerecer ninguna de las piezas utilizadas. Por ejemplo, las tecnologías, los radares, las fotitos? Noto una mayor educación en carretera y, si circulas hacia el sur o norte de cualquier isla, te puedes percatar, cuando antes alguno te pasaba como un tiro y otro hacía eses, te picabas con el chulito o cogías las curvas "a peraltadas", ahora más o menos todo el mundo va al ritmo mayor o menor de un arco reducido. A mí me parece notarlo: antes, si por casualidad tenías prisa, hundías el pie en el acelerador y ancha es Castilla; ahora con el miedo a que te claven la cosa cambia y te entra la responsabilidad por el cuerpo. Fíjate, hasta te das cuenta de que los coches más lentos se apartan, siempre entendiendo que los motores son diferentes en potencia y a lo mejor a un furgón que va delante no le compensa echarse a la derecha así bruscamente porque después le va a costar un triunfo volver a tener potencia para salir de la espalda del camión. Un poquito de paciencia y ya se jala cuando vea un huequito mayor o esté en bajada. ¿Entiendes? Nos vamos encajando unos y otros, espera un poquito y así no me trabo.

Tengo un amigo chapista que cuenta que su negocio ha bajado considerablemente. La gente choca menos, confesaba, y claro, la cifra de muertos es la punta del iceberg. También hay menos heridos, menos alcances, menos roces, menos pepinazos, menos despistes?

Es decir, que, desgraciadamente, aprendemos a base de palos. La letra con sangre entra. Pero ahora ya está bien, tampoco hay que pasarse en la represión. ¿Saben qué no evoluciona? El apartado de siniestros de motociclistas y peatones atropellados, grupos entre los que aumentaron las cifras.