El Gobierno canario considera que el Cabildo de Gran Canaria incurrió en "desviación de poder" al promover la protección del Oasis de Maspalomas como bien de interés cultural con una finalidad distinta a la de la Ley de Patrimonio y sobre unas bases históricas que cuestiona.

El Gobierno canario (CC-PSOE) lanza este reproche al Cabildo que preside José Miguel Bravo de Laguna (PP) a través del Boletín Oficial de Canarias (BOC), que publicó ayer el decreto por el que se desestima la solicitud de proteger ese espacio del sur de la isla por su vinculación con los viajes de Colón a América.

El decreto considera discutible que esa vinculación de Maspalomas con los viajes del Almirante exista -la tacha, entre otras cosas, de "supuesta" e "hipótesis"-, y sostiene que ha sido promovida para servir a unos "fines distintos" a los que la Ley de Patrimonio Histórico atribuye a los BIC.

La finalidad que persigue el Cabildo, añade, es la "de alterar las normas de ordenación urbanística de la llamada franja de terreno del Oasis de Maspalomas y evitar la construcción de un hotel en la zona que merme los valores de áreas que ya están protegidas" por otros instrumentos legales, como el BIC del Faro, la Reserva Natural de la Charca o la protección genérica que tiene la palmera canaria.

El Gobierno reprocha además al Cabildo que se haya "olvidado de explicar y exteriorizar las razones" por las que pretende dar un giro de esa envergadura a la ordenación que se ha mantenido "pacíficamente" en esa zona de San Bartolomé de Tirajana "durante los últimos 50 años", lo que quebraría la "confianza legítima" que tenían quienes han construido o poseen derechos en esos suelos.