Canarias ya dispone de su propio Informe PISA, el estudio sobre la situación educativa que realiza la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) entre sus estados miembros. El texto -que ayer fue presentado públicamente y que el Gobierno autónomo está trasladando al Parlamento y los agentes educativos, sociales y políticos- contiene recomendaciones muy llamativas a las que, sin embargo, no se puede augurar un recorrido muy largo, pues ya la Consejería de Educación ha advertido de que sobrepasan las competencias autonómicas.

Entre estos consejos figuran los de premiar con complementos retributivos a los docentes que consigan mejores resultados y repensar la jornada escolar y la duración de las vacaciones escolares, "demasiado largas", en opinión de la organización. El documento propone, asimismo, dotar de mayor autonomía a los centros educativos y sus directores para seleccionar y contratar al profesorado para cubrir plazas vacantes, asignarle tareas e, incluso, ascenderlo o proponer su cese si no rinde lo suficiente o no mejora su formación.

Esta sugerencia surge de la percepción de la OCDE sobre el carácter "altamente centralizado" del sistema educativo y la gestión de los centros en las Islas y de la necesidad de "atraer a los mejores", aclaró Caroline Macready, relatora del equipo que ha elaborado el informe.

"La formación inicial del profesorado necesita cambios", dijo Macready, quien abogó por una mayor conexión entre el sistema y la Universidad, de manera que pueda captarse a "los egresados mejor preparados". La organización propone que los trabajadores se sometan a "un periodo de prueba con supervisión" y que luego "actualicen sus destrezas" mediante la formación continua.

La reforma que el Ministerio de Educación está preparando en los procedimientos de acceso a la función docente impide al Ejecutivo regional actuar por su cuenta en este sentido, alegó el director del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa, José Moya. "No podemos tomar decisiones hasta que no se adopten a nivel nacional", justificó.

Sueldos poco flexibles

Las escalas salariales "extraordinariamente planas" de los docentes -sueldos elevados desde los primeros años de ejercicio, pero no lo suficientemente flexibles- son otro obstáculo para la mejora de la educación en la región, según el estudio, que se inclina por "revisar los sistemas actuales de incentivos y retribuciones para estimular un mejor rendimiento del estudiante e incluir incentivos para que los profesores progresen en su carrera". Se trataría de incorporar compensaciones económicas para aquellos enseñantes cuyos alumnos obtengan mejores resultados. Éste es otro aspecto que el Gobierno autónomo entiende que corresponde abordar a la Administración del Estado.

A juicio de la OCDE, la autonomía de los directores debe ir más allá incluso de la selección del personal e incluir la reasignación de recursos en el centro o las decisiones sobre libros de texto y materiales didácticos, programas especiales para niños con dificultades o modificaciones del currículum.

Otros asuntos sí entran en las competencias del Ejecutivo canario, aunque éste tampoco parece dispuesto a impulsarlos, bien por los costes económicos que entrañan, bien por la necesidad de un "amplio consenso" entre las comunidades autónomas. Es el caso de la revisión de la jornada escolar y la duración de las vacaciones.

En cuanto al primer aspecto, el estudio recoge que "no tiene en cuenta el momento en que los alumnos pueden aprender mejor". Sobre las vacaciones escolares, son "demasiado largas". Tal vez consciente de las dificultades de operar cambios en ambas materias, Caroline Macready pidió al menos "que se investigue si no se pueden modificar, para que se aproveche de forma más efectiva el tiempo que los estudiantes pasan en el aula".

Las visiones del equipo redactor del informe y de la Consejería de Educación presentan "una amplia coincidencia" en líneas de actuación que, según el departamento gubernamental, se vienen practicando durante esta legislatura. Así lo expuso el director del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa, quien valoró que el documento contenga "explicaciones, y no solo datos" y que las primeras dejen claro que "no hay ningún factor que, al alterarlo, mejore los resultados por sí solo".

La escasa cultura de la evaluación y de divulgación de sus resultados -"no es algo frecuente", dijo Macready-, la importancia de mejorar la eficiencia del gasto -más que su cuantía-, la existencia de programas de refuerzo escolar "no del todo eficaces" y la necesidad de aumentar la calidad no tanto de éstos, sino de las "lecciones ordinarias" son otras de las observaciones de la OCDE sobre la realidad educativa de las islas.

El objetivo de reducir la tasa de repetición, "a ser posible a cero", también fue destacado por los autores del informe. El gran número de alumnos que no pasan de curso, alertó Macready, "erosiona la confianza en la capacidad de aprendizaje", perjudica el rendimiento de los estudiantes y es causa de abandono.

pARTICIPACIÓN y consulta

"No se sienten escuchados por el Gobierno"

"Cuando los principales actores del sistema educativo expresan su punto de vista tienen la sensación de que el Gobierno no les ha escuchado. No decimos que esto sea así, sino que ellos se sienten así. Tal vez sea una cuestión de percepción". La relatora del equipo de la OCDE, Caroline Macready, expresó de esta manera los problemas de relación que se producen en ocasiones entre los miembros de la comunidad educativa y la Administración en Canarias. Para mejorarlos, el estudio de PISA plantea que el Ejecutivo autónomo debería "explicar sus políticas de forma más adecuada y perfeccionar sus mecanismos de consulta".

Los autores del informe también detectan disfunciones en la conexión entre los centros educativos y las familias, y consideran que los primeros deben "hacer más para incentivar la rendición de cuentas a los padres y madres", de manera que éstos tengan la oportunidad, incluso, de comparar la información entre unos centros y otros. En este sentido, el documento sostiene que los consejos escolares, el órgano de participación de la comunidad educativa en el sistema de enseñanza, han de disfrutar de "más autoridad ejecutiva".