Lo que es práctica habitual en el callejero chicharrero se ha vivido estos días como excepción en El Chorrillo, en el distrito Suroeste. Sus vecinos ven cumplida una demanda histórica, después de que tres de sus vías cuenten con alumbrado público desde la semana pasada, como verificó el concejal de la zona, Javier Rivero, que recorrió el lugar en la mañana de ayer en compañía de dirigentes vecinales; una actuación que supuso un desembolso de 9.334,40 euros.

Enrique Marrero, presidente de la asociación que engloba los números de El Chorrillo, El Humilladero y Cuevas Blancas, celebró que por fin las calles de Rododendro, San Mauricio y Retama, ya tienen luz pública. “Por fin las cosas parece que comienzan a moverse poco a poco, después de la situación de confinamiento”, dijo, para recordar que aún quedan vías en la zona que, como le han trasladado al concejal del distrito, precisa de reasfaltado. Esta carencia afecta a las vías Jaramago y Bouganville, donde el Cabildo realizó una mejora en los pluviales que se aprovechó para beneficiar a este enclave de El Chorrillo, pero que ahora a está a la espera de que sean repavimentadas. “Ahora todo es una pelea, pero parece que con Javier Rivero, que es casi vecino y conocedor de las zona, las puertas se están abriendo poco a poco y se están solucionando demandas históricas”.

El presidente del colectivo vecinal destacó la importancia de poner luz en estas calles y también de la necesaria mejora del asfaltado, al recordar que son vías por las que pasan alumnos que se dirigen al colegio Rodríguez Campos y también muchos de los trabajadores de las empresas que se han establecido en la zona. “Esta es una de las peculiaridades que tiene el barrio de El Chorrillo, donde las empresas se han establecido en zonas donde había casas. Le hemos trasladado las demandas y poco a poco parece que se están atendiendo después de que durante años este haya sido el barrio más olvidado de Santa Cruz”, aseguró Enrique Marrero.

Rivero, concejal: "Cumplimos uno de nuestros objetivos: mejorar los servicios básicos"

“Hemos pedido la mejora de la calle de la Cruz de La Gallega, a su paso por la carretera general y la vía de El Gofio, y también hemos planteado una rotonda, pero eso ya son competencias del Cabildo de Tenerife y va a otro ritmo”, precisa el dirigente vecinal, satisfecho por la comprensión que ha encontrado en Javier Rivero, responsable del Distrito Suroeste.

Rivero explicó que “con estas tres actuaciones cumplimos uno de los objetivos básicos que nos marcamos en julio al acceder al gobierno municipal: mejorar los servicios básicos en el Distrito del Suroeste. Sobre todo en aquellos puntos que mantienen el alma de pueblo, como son El Tablero, El Sobradillo, Llano del Moro y El Chorrillo”, reiterando su compromiso con cumplir la demanda de servicios básicos que le han reclamado los vecinos.

“Hemos marcado la pauta de trabajar en pequeñas mejoras que tienen gran impacto en los vecinos y vecinas del Suroeste, y gracias al conocimiento del territorio es una de las pocas veces que hemos ido como Ayuntamiento a los vecinos a proponerles la mejora, y no como suele ser habitual, que son los vecinos los que vienen al Ayuntamiento a solicitar resolver los problemas”, matizó.

Javier Rivero agradece la disposición de todos los propietarios de las viviendas en las que se han instalado los báculos de alumbrado, puesto que se mostraron dispuestos y dispuestas a colaborar, así como al área de Servicios Públicos, que dirige Guillermo Díaz Guerra, por el apoyo técnico.

Durante la mañana de hoy comprobamos las trabajos, y tanto las empresas que trabajan en la zona como los vecinos estaban muy satisfecho con los resultados. .

La actuación consiste en el suministro y montaje de luminarias incorporando un pequeño equipo electrónico regulable, brazos metálicos con un metro de vuelo, cajas de conexión y protección... Más allá de datos técnicos, como dijo una vecina de la calle Retama: “Por fin podemos entrar y salir de casa sin la linterna del móvil”.