El Ayuntamiento de La Laguna mejora la dotación informática del Archivo Municipal para avanzar en la digitalización de los aproximadamente 90.000 negativos fotográficos que fueron donados por Antonio García Rueda (Ronda, 1930). Con cámara en mano, el reportero gráfico captó la historia reciente del municipio y de otras partes del Archipiélago que hoy el responsable municipal de servicios reprográficos, Manuel Afonso, se encarga de salvaguardar. Los trágicos accidentes aéreos de Los Rodeos (1977) y de Montaña del Diablillo (1980), así como las inundaciones del casco y de Bajamar (1977) son algunos de los sucesos más impactantes que quedan capturados en sus imágenes.

Después de años utilizando las mismas herramientas de trabajo en esta sección, el Archivo Municipal acaba de estrenar un nuevo equipo informático que permitirá agilizar la conservación de las fotos que aún hoy se encuentran en los armarios.

El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez; la concejala de Innovación, Cristina Ledesma; y el edil de Presidencia y de quien depende el Archivo Municipal, Josimar Hernández, visitaron las instalaciones para profundizar en la riqueza del fondo municipal y recoger las principales necesidades de la plantilla. Con el propósito de facilitar las tareas de este departamento, el área de Innovación instaló uno de los 22 equipos comprados para cubrir carencias informáticas urgentes del Ayuntamiento.

Manuel Afonso digitalizó, desde 2013, unas 20.000 fotografías de las 1.680.000 que se encuentran en el Archivo Municipal, con la correspondiente labor de investigación y tratamiento que conlleva cada una de ellas. Según explicó, el proceso tiene distintas fases. Las fotos de un negativo se separan y se colocan en un escáner para visualizarlas. En caso de que el negativo no esté datado, el técnico investigar dónde y cuándo tuvo lugar el acontecimiento. Si se trata de una situación sin gran interés general, «se descarta, caso de comuniones, bodas o bautizos, pero si es importante, se ajusta y se corrige, se data y se clasifica». En estos casos, «porque la mayoría de las imágenes no están identificadas y eso implica muchísimas horas de trabajo».

Ya han digitalizado acontecimientos ocurridos entre los años 1964 y 2004.