La pandemia se convirtió ayer en la protagonista de la conmemoración del XXI aniversario de la inscripción de la ciudad de La Laguna en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, que tuvo lugar en Marrakech el 4 de diciembre de 1999. La celebración quedó limitada en esta edición por las restricciones sanitarias y, además, hubo un homenaje para quienes luchan frente al coronavirus.

Concretamente, la cita incorporó una declaración institucional, la publicación de un cuadernillo con ilustraciones de José Julio González y el tradicional disparo de salvas. “En unas circunstancias ciertamente excepcionales, hoy más que nunca resulta pertinente celebrar nuestros valores patrimoniales, ese reconocimiento a una singularidad urbana que marcó la fundación y el desarrollo de tantas ciudades al otro lado del Atlántico”, señaló el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, en la declaración. “Nuestro patrimonio es reflejo de nuestra fortaleza; imagen de nuestra capacidad de superación y ejemplo de lo que es capaz de lograr una ciudadanía que lucha y trabaja unida; es, en definitiva, el mejor legado que podemos dejar a las generaciones futuras”, manifestó el regidor local.

La concejala de Patrimonio Histórico, Elvira Jorge, explicó que se ha querido rendir homenaje “a cuantas personas han formado parte de las denominadas profesiones esenciales, las personas anónimas, que han sido, y van a seguir siendo, imprescindibles”. Este homenaje “de gratitud y reconocimiento a todas estas personas y profesionales” ha tenido su reflejo en la publicación de un cuadernillo con láminas.

La Asociación de Vecinos Casco Histórico tampoco pasó por alto el aniversario y este viernes leyó su Manifiesto por la defensa del patrimonio, elaborado con motivo de la celebración del XXI aniversario de la inscripción de La Laguna como Patrimonio Mundial. El texto, abierto a la incorporación de otras acciones por parte de otros colectivos, incorpora 18 “inquietudes y propuestas” con el fin de “conservar, difundir y promocionar nuestro patrimonio cultural”.

El listado comienza pidiendo a “todos los organismos” que acaten la legislación sobre patrimonio; aboga por el estudio y conservación de patrimonio cultural por parte de profesionales especializados; pide una “implicación clara” de la comunidad universitaria en todo el proceso de investigación, estudio, propuestas… “Las asociaciones vinculadas a la defensa del patrimonio deben tener un papel activo”, continúa. También está presente la petición de medidas institucionales para evitar la pérdida de patrimonio.