Vivimos en tiempos difíciles o complicados -por llamarlo de alguna manera- pero tiempos en los que, más que nunca debe primar la unidad de todos por una misma causa, por combatir y aplastar al enemigo que nos está generando tanto dolor y desconcierto en la sociedad, rompiendo todo tipo de estructuras. Por tal motivo, toda celebración de algo positivo nos suma y aporta un haz de luz y esperanza. Y, sobre todo, cuando hablamos de una empresa, y de una entidad que se encuentra dentro de uno de los sectores más afectados en los últimos tiempos y con colosales embestidas por las últimas crisis mundiales. Ello es clara muestra de la fuerza, coraje y el valor que hay detrás, de la existencia de un férreo equipo, de cómo se cree en un proyecto, y cómo se puede luchar y superar los distintos obstáculos que van surgiendo.

Por tal motivo, no solo felicito a este periódico por cumplir estos 110 años de historia, que se dicen pronto, pero hay que pasarlos y con muchos momentos buenos y otros no tan buenos, o mucho más duros. Felicito a todos, a los que han formado y forman parte de este histórico rotativo: a su fundador don Leoncio Rodríguez y a todos los que comenzaron la andadura con él bajo el nombre de La Prensa; a todos los que luego formaron parte de EL DÍA en sus distintos departamentos -los visibles y los no tan visibles pero que son también piezas fundamentales- y a los que forman parte del nuevo e ilusionante actual proyecto bajo la batuta del Grupo Prensa Ibérica. Aquí están, en la brega, con un joven espíritu al que le deseo también un largo y próspero futuro, y también el que sigan trabajando con mucha rigurosidad y profesionalidad, tan necesarios hoy en día en el mundo de la comunicación, en plena evolución.

La inmediatez de la noticia en los nuevos formatos parece hoy vital en la comunicación, pero manteniendo siempre ese gran criterio de rigurosidad

Los medios de comunicación han sufrido una importante transformación a lo largo del tiempo, adaptándose en cada momento a las herramientas, a la tecnología y a la sociedad. Nada tiene que ver aquellas pequeñas y pocas páginas con las que se inició La Prensa, ni los diversos cambios por los que pasó luego el periódico EL DÍA hasta lo que se hace actualmente en EL DÍA-La Opinión de Tenerife. También se observan cambios de estilo, cambios en diseño, de estructura y otros muchos que hacen más cómoda y atractiva la lectura… Pero el denominador común: la noticia, el informar, con la máxima objetividad y rigurosidad posible; eso debe seguir primando en todos los rotativos o en todos los medios de comunicación. La libertad y el respeto son también palabras claves hoy en día, que deben formar parte de los medios y la sociedad, y juntos debemos velar por garantizarlas. Las nuevas tecnologías y las redes sociales han venido a sumar, pero debemos también aprovecharlas con el máximo buen sentido y bajo la misma teoría deontológica que caracteriza al periodismo. La inmediatez de la noticia en los nuevos formatos parece hoy en día vital en el ámbito de la comunicación, pero manteniendo siempre ese gran criterio de rigurosidad. Por ello, espero que este medio -feliz de poder celebrar este aniversario- renovado y modernizado, siga trabajando con esa perspectiva, con compromiso y profesionalidad, dando a los tinerfeños y a los canarios lo mejor que se puede dar: información.

A lo largo de 110 años, de una forma u otra, este medio nos ha brindado muchísimas noticias e informaciones de interés, artículos de opinión, el editorial, entretenimiento y ocio, humor, reportajes, entrevistas, historias, crónicas… Y siempre en pro de enriquecer a los lectores. Por lo que apuesto por otros cien años, y más, de compromiso y calidad periodística. Este periódico suma; suma con su experiencia, con su intensa actividad y ganas de ofrecer lo mejor de sí, y suma por contar con una extraordinaria plantilla que hace posible cada día este gran milagro. Felicidades a todos y a todas, a los que están y a los que ya no están. ¡Enhorabuena y a seguir sumando!