La eólica es uno de los bastiones de la transición energética en Canarias y lo sigue demostrando con nuevos récords. Según datos de Red Eléctrica de España, el pasado lunes 27 de julio de 2020 se registró en Gran Canaria un nuevo máximo histórico de producción de potencia eólica, que alcanzó 157,45 MW.

Vista de molinos de viento en la zona del sur de Tenerife.

La eólica es uno de los bastiones de la transición energética en Canarias y lo sigue demostrando con nuevos récords. Según datos de Red Eléctrica de España, el pasado año se registró en Gran Canaria un nuevo máximo histórico de producción de potencia eólica, que alcanzó 157,45 MW.

Es una buena noticia que se suma a dos hitos más acaecidos en julio y en junio, respectivamente. El pasado 3 de julio, la isla alcanzó a las 02:34h un nuevo máximo de cobertura instantánea con energías renovables (eólica), con el 52,2% de la energía eléctrica consumida en ese momento. Unos días antes, el 28 de junio se produjo una nueva punta de cobertura diaria con energías renovables, que supuso que en aquel momento el 43,2% de la energía eléctrica consumida en Gran Canaria fue de origen renovable.

De esta manera, la potencia del viento sigue impulsando la transición energética en el archipiélago. Esta tecnología cuenta con 443 MW de potencia instalada, lo que supone que 7,2 MW de cada 10 MW de renovables son eólicos. Sobre el conjunto del parque generador en las islas, la eólica representa el 14,3% del total.

La capacidad de generación instalada de tecnología eólica junto con la fotovoltaica ha permitido que en los seis primeros meses del año la generación a partir de fuentes renovables en Canarias haya supuesto el 16,1% del mix (el 12,3% eólica).

Este dato supera el anotado en el mismo periodo de 2019, cuando las renovables produjeron el 13, 8% de la energía (el 10,2% eólica). Si todo sigue según lo previsto, en 2022 la potencia eólica instalada en las islas rozará casi los 600 megavatios, una vez que estén en funcionamiento los últimos 184 MW asignados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y cuya instalación se está ejecutando actualmente.

Esto supone que, en cinco años, las islas habrán multiplicado por cuatro la cifra de generación eólica; también aumentar hasta un 43% la cifra actual.

Para alcanzar este crecimiento, Canarias tiene varios hitos por delante: el 30 de junio de 2022 finaliza el plazo para que los 184 MW de último cupo se pongan en funcionamiento. Adicionalmente, hay 1.753 MW, eólicos y fotovoltaicos con permiso de acceso autorizado. Se trata de los permisos de acceso o conexión a la red que se necesitan concedidos a promotores para enganchar y verter a la red la energía producida en toda nueva instalación renovable.

Por regiones, en la isla de Gran Canaria, en 2022 habrá instalados 242 MW de generación eólica (había 86 en 2017); en Tenerife serán 240 (había 37 MW); entre Lanzarote y Fuerteventura serán 240 MW (eran 22 hace cinco años) y La Palma tendrá 11,5 MW y parte de 7 MW.

Un total de 16 proyectos eólicos en las Islas Canarias, con una potencia conjunta de 98 megavatios (MW), han sido seleccionados provisionalmente en el programa de ayudas ‘Eolcan 2’, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

La convocatoria, gestionada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), destinaría 22,3 millones de euros en ayudas para el desarrollo de las nuevas instalaciones eólicas con una inversión conjunta en torno a los 115 millones de euros.

La puesta en marcha de estos nuevos proyectos -cuyo plazo de ejecución finaliza el 31 de diciembre de 2022- incrementará la aportación de energía eólica al ‘mix’ eléctrico en Canarias, sumándose a los 184 MW que se adjudicaron en la primera convocatoria Eolcan en junio de 2019 y que se encuentran parcialmente ya en servicio o en construcción.

Se trata de la cuarta adjudicación de potencia renovable en los territorios no peninsulares, después de las primeras convocatorias para tecnología eólica en Canarias (Eolcan) y para tecnología solar fotovoltaica en Baleares (Solbal) y Canarias (Solcan).