El alcalde de Santa Cruz de Tenerife y candidato de Coalición Canaria (CC) a la reelección, José Manuel Bermúdez, ha puesto toda la carne en el asador para que la capital tinerfeña siga siendo uno de los bastiones nacionalistas más importantes en la Isla más allá del día 26, después de un mandato en el que la estabilidad ha sido la nota predominante en el pacto suscrito con el Partido Popular (PP), anticipándose a la apuesta regional de su partido por un pacto en cascada con los socialistas.

De esta forma, la conjunción entre Bermúdez y la todavía líder popular en retirada Zaida González (engrosará la lista de número 2 del portuense Lope Afonso al Cabildo) dio sus frutos y CC y PP han podido desgranar su política económica, social y administrativa con buenos resultados, quedando para el recuerdo, entre otras cuestiones, la reducción a cero de la deuda municipal, que ha pasado de los 143 millones de euros en negativo a estar saldada. También la negociación con Cepsa para la recuperación de los terrenos de la Refinería, la recuperación de patrimonio y espacios emblemáticos de Santa Cruz o la apuesta por el día a día de los barrios y pueblos.

El equipo de Bermúdez lo ha podido afrontar sin que la oposición conformada por el Partido Socialista (PSOE), Sí Se Puede (SSP), Ciudadanos (Cs) e Izquierda Unida (IU) encontraran mucho margen de rechazo institucional.

El mandato próximo se aproxima con una candidatura del PSOE liderada por Patricia Hernández, que tiene como segundo al experimentado José Ángel Martín, que pretende aprovechar la ola nacional y extrapolar la victoria socialista en las generales a Santa Cruz. En este caso, el empuje de la candidata es mirado de reojo por las huestes nacionalistas, teniendo muy claro que será el partido con el que CC se jugará la Alcaldía.

La fortaleza de CC, al margen de la gestión demostrada y el conocimiento de la calle, es que en las municipales se vota a las personas más que al partido, que fue lo que marcó los comicios generales con la irrupción de VOX, aunque el saldo positivo para CC fue extraordinario al obtener dos diputados en el Congreso.

¿El punto débil? Que esta cita del 26M sea percibida por el ciudadano con la citada clave nacional y que un bloque de centro-derecha no pueda aguantar el empuje de la izquierda, de la que dicen desde foros internos de CC, "está más radicalizada que nunca por el efecto VOX".

Con este análisis, la formación de Bermúdez no descarta el retroceso del hasta ahora compañero de fatigas (PP) y la capacidad de aguante que pueda tener Ciudadanos, dejando claro que "VOX no será opción", señalan desde CC si finalmente entra.

Desde la izquierda, la candidata del PSOE, Patricia Hernández, confía plenamente en que se repitan las cifras del 26A en el ámbito local, aunque es consciente de la necesidad de pactar. Hasta el momento no ha dicho con quién, aunque sí se ha referido a que el objetivo es "el cambio" de Gobierno. Los barrios, la conocen; los pueblos, no tanto, pero el voto se suele decidir en los espacios urbanos, sobre todo.

Con este panorama está por ver la intención de voto de la otra izquierda, principalmente el grupo de SSP que lidera Pedro Fernández Arcila e, incluso, Unidas Podemos, con Ramón Trujillo, a la cabeza al frente de la confluencia IU, Podemos y Equo.

Estos partidos tienen el miedo en el cuerpo por la ola nacional del PSOE, porque puede suponer que parte de sus afines sean fagocitados por la nueva imagen socialista, aunque confían en que sus siglas y el trabajo de fiscalización realizado durante los últimos cuatro años de mandato no lo permitan. Es más. Algún partido no descarta la entrada de Nueva Canaria con el excoalicionero Hilario Rodríguez.

Si las izquierdas no llegan a formalizar su alianza, se abrirían nuevas vías como un pacto entre el PSOE y CC, aunque los primeros siempre han negado la posibilidad y los segundos nunca han demostrado vehemencia negando un acuerdo. Sería reeditar el pacto de 2011 que no se suscribió en 2015. Es difícil ver, entonces, un pacto entre CC y PSOE, aunque como se ha demostrado en otras ocasiones no es imposible.

Por el centro-derecha, si VOX consigue representación ya los partidos han anunciado que es difícil pactar con esta opción. Si el PP del candidato Guillermo Díaz Guerra aguanta el tirón nacional desfavorable; su homóloga de Ciudadanos, Matilde Zambudio, incrementa el número de concejales obtenidos hace cuatro años (un total de tres sillones) y los coalicioneros suman un concejal más, el pacto de la centro-derecha podría poner sobre la mesa la posibilidad de que el nacionalista José Manuel Bermúdez vuelva a ser alcalde de Santa Cruz de Tenerife.