En la vida, como en el deporte y la política, la diferencia entre el éxito, el fracaso o las sensaciones intermedias dependen muchas veces más de las expectativas previas que del resultado final. Es lo que le ha ocurrido a Cs en las elecciones regionales del domingo, cuando, lejos de los entre 6 y hasta 9 diputados que barajaban y que algunas encuestas les daban, se han quedado solo en 2 (por Tenerife y Gran Canaria, en donde se presentaba su candidata a la Presidencia, Vidina Espino), fracasando con Mariano Cejas en la lista autonómica, aunque por poco (se quedó a 7.599 papeletas), y no obteniendo representación en Fuerteventura o Lanzarote, donde tenían muchas esperanzas.

A diferencia de 2015, cuando se quedaron fuera del Parlamento por muy pocos votos (lograron 54.375 y un 5,94%, cuando el tope de ingreso estaba en el 6%), ahora se había bajado esa barrera al 4% regional y alcanzaron un 7,37, con 65.830 sufragios en la suma de las 8 islas. No obstante, ese apoyo se ha traducido solo en 2 escaños que saben a bastante poco si se atiende a las previsiones incluso más pesimistas. Eso sí, se trata de dos actas que pueden ser determinantes ara un pacto de centroderecha, siempre que entre la ASG de Curbelo.

Para eso, Cs deberá rectificar una de sus máximas en campaña (ayer ya lo suavizó), que es que no pactará nunca con CC mientras Fernando Clavijo siga imputado por el caso Grúas o que se dé alguno de los movimientos con los que se especuló antes de los comicios, sobre todo que los nacionalistas prescindan de su líder (se baraja que eligiéndolo como senador en la Cámara si logra el apoyo suficiente) y sustituyéndolo como presidenta Rosa Dávila. Sin embargo, ha habido contactos en Madrid (que Barragán niega) y esa opción, a priori, la descarta CC, dejando en el debe de Cs que propicie por inacción un gobierno de PSOE, Podemos y NC (aunque precisan a ASG).

Más allá de un pacto PSC-CC, otro escanerio sería un apoyo externo a un gobierno en solitario del PSOE, pero, en cualquier caso, Cs cobra mucha importancia pese al fracaso por sus expectativas.

Una decepción que, no obstante, compensan con el papel clave que pueden jugar en instituciones tan relevantes como el Ayuntamiento de Santa Cruz (incluso en La Laguna), el Cabildo tinerfeño (se supone que para apuntalar a CC y PP, aunque no está cerrado) y en municipios como Tacoronte, el único en el que ganaron, aunque la izquierda suma mayoría absoluta (PSOE, NC-FA y SSP), si bien Cs y PSOE, también.