Cierra la histórica exportadora de tomate Hortícola Aldeana

La lentitud en la llegada de las ayudas para el sector terminan por asfixiar a la empresa

La Aldea suma 120 desempleados

Fachada de la Sociedad Agraria de Transformación Hortícola Aldeana.

Fachada de la Sociedad Agraria de Transformación Hortícola Aldeana. / LP / DLP

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

Nuevo varapalo contra el sector hortofrutícola de exportación del Archipiélago. La más antigua de las empresas que aún quedaban abiertas, Hortofrutícola Aldeana, se vio obligada a bajar ayer para siempre la persiana, víctima de problemas arrastrados de ejercicios pasados y sin capacidad ya para asumir por más tiempo la tardanza en la llegada de las ayudas dispuestas para ayudar a la supervivencia de la huerta isleña. Alrededor de 120 trabajadores engordan las listas de desempleados.

Hace dos años, la empresa decidió abandonar el tomate y pasarse al pimiento. De esa manera, conseguía desprenderse de una intensidad en la mano de obra que la ahogaba. No le fue mal en este tiempo, con un proceso técnico que mereció halagos. Sin embargo, los problemas que arrastraba de años anteriores le habían provocado ya graves heridas en sus cuentas y balances.

Le quedaba la posibilidad de que las ayudas dispuestas por las administraciones para mantener vivo el sector, uno de los históricos de Canarias y pilar para una localidad como La Aldea, llegaran en tiempo. Hace más de diez años que el sector se movilizó para protestar por el impacto que estos retrasos les generan y anunciaban la segura desaparición de todos los negocios.

Solo quedan cinco empresas de las 60 con las que se inició el siglo

Ya solo quedan cinco empresas canarias –todas en Gran Canaria– dedicadas a la producción hortofrutícola para la exportación a Reino Unido, Holanda y otros países del norte de Europa. Este era el caso de Hortícola Aldeana (SAT, Sociedad Agraria de Transformación). Cuando arrancó el siglo eran sesenta las compañías que trabajaban en el campo canario y llenaban los lineales de supermercados del continente. En tan solo 23 años, más del 90% de ellas han tenido que echar el cierre, con el siguiente golpe que esto ha supuesto para el empleo y el tejido productivo; la evolución aparece más como debacle que como declive.

El año pasado, los empresarios habían conseguido cobrar la mitad de la ayudas al transporte en el primer semestre del año. Al final del ejercicio, cuando tocaba abonar la mitad restante, la Administración ajustaba la cantidad con las posibles variaciones que podían experimentar los costes tipo. 

Fue un triunfo, porque ese dinero estaba llegando siempre en los últimos días de diciembre, con lo que eran las propias compañías las que tenían que adelantar el pago del traslado de su mercancía a Europa. Si ya la tesorería estaba tensa, afrontar cuestiones como esta amenazaban con romperla para siempre.

El interventor echa el freno

Este año, el interventor echó el freno argumentando que una modificación de la Ley de Subvenciones obliga a los aspirantes a pagar en 30 días a sus proveedores. Otro golpe, que en el caso de Hortícola Aldeana cobró dimensión de tiro de gracia. Lo peor es que las ayudas a percibir corresponden a la anualidad de 2022, cuando ni siquiera se había producido esa variación en la norma. Por iniciativa de la Delegación del Gobierno central en Canarias, el asunto está desde hace dos meses en manos de la Abogacía del Estado. Aún no ha habido respuesta.

Hortícola Aldeana era un negocio familiar que iba ya por la tercera generación. Hacía ya unos años que los receptores de la mercancía en Gran Bretaña habían decidido también apoyar el negocio comprando una participación. A las puertas del brexit, en 2019, su gerente Juan Antonio Angulo –nieto del fundador–, ya advertía de que el tomate era «inviable sin las ayudas». De ahí el salto al pimiento. Pero las ayudas se siguieron retrasando y ha llegado el fin del negocio.

Tampoco la queja formal de los empresarios de todos los sectores productivos canarios que exportan ha servido de mucho. A mediados del mes pasado, entró en el Congreso de los Diputados una leve modificación de la norma para que nuevamente se pueda cobrar la mitad de las ayudas en el primer semestre del año.Sin embargo, el adelantamiento de las elecciones generales dio al traste con el ansiado cambio.

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